sábado. 20.04.2024

Por C. Junkal

(cristobaljunkal.blogspot.com)

Muchos de nosotros nos hemos preguntado alguna que otra vez, cuál es el origen del apelativo "La Furia Española o La Furia Roja", que recibe nuestra laureada selección. Esta expresión tan racial que identifica en todo momento el sentir del pueblo español surgió en los Juegos Olímpicos de Amberes.

El uno de septiembre de 1920 se celebró el primer torneo federativo que jugaba la selección española, enfrentándose a la gélida y robusta selección sueca. Cuartos de final, corría el minuto 44 de la segunda parte, un partido muy trabado y bronco con continuas faltas del equipo contrario para desbaratar el juego nacional, el marcador en ese instante era uno a cero a favor de los nórdicos. Al borde izquierdo del área defendida por la selección sueca, Sabino Bilbao, central de nuestra selección, se disponía a botar una falta. En ese preciso momento, José María Belausteguigoitia, más conocido futbolísticamente como Belauste, grita a su amigo y compañero en el Atletic "Sabino, que los arrollo" . Sabino, al escuchar el enérgico grito, centró el esférico hacia su posición y Belauste, tras formar un buen barullo en el área defendido por los suecos, acabó con el balón dentro de la portería contraria junto con cuatro defensas, los cuales se quedaron boquiabiertos ante la fuerza desplegada por el español. Esta gesta daría a la postre el pase a semifinales de nuestra selección, consiguiendo la primera medalla en unos Juegos Olímpicos. Había nacido el mito...

Al día siguiente, el rotativo de un periódico holandés titulaba la crónica del partido como: "La Furia Española vence a Suecia". Haciendo clara referencia a la forma de jugar de nuestra selección, que representaba perfectamente el retrato de unos héroes al sur de Europa, bajitos y morenos, que habían subyugado a unos nórdicos robustos, altaneros y pretenciosos, que ya antes del partido, en el prolegómeno, se reían jocosamente de nuestros jugadores porque no disponían de botas de fútbol.

Pero esta máxima, manipulada por el periodista holandés de manera peyorativa hacia el pueblo español y todos los españoles, no era una frase de reciente cuña. Fue esgrimida tiempo atrás por los acérrimos enemigos del Imperio Español (Bélgica, Holanda y la Pérfida Albión) en referencia al hecho original que motivó dicha locución, que no fue otro que el latrocinio de la ciudad de Amberes, a manos de los Tercios Españoles de Flandes en 1576, considerados en los anales de la historia moderna como la mejor infantería del mundo, haciendo leyenda y dejando honda huella por donde pasaron como excelentes tropas de choque en los múltiples escenarios de conflicto en los que se vieron implicados, cubriendo la etapa más brillante y gloriosa de los militares españoles, logrando que en los dominios del Imperio Español no se pusiese el sol.

"La Furia Española no es una frase de reciente cuña. Fue esgrimida tiempo atrás por los acérrimos enemigos del Imperio Español. En referencia al latrocinio de la ciudad de Amberes, a manos de los Tercios Españoles"

Para concebir esta expresión debemos de hacer un poco de historia. A finales de 1575, el Reino de Felipe II de Austria (1527-1598), llamado el prudente, se resquebrajaba y hacía aguas. Los valientes Tercios Españoles (1534–1704), que luchaban por la unidad del Reino de España, dejando su sangre en cada batalla por defender los colores rojo y gualdo de nuestra bandera, llevaban casi dos años sin cobrar, viviendo única y exclusivamente de la población a la que sustraían alimentos para sobrevivir. Por este motivo, a mediados de 1576, los Tercios se amotinaron y ocuparon Aalst, ciudad flamenca a orillas del río Dender, para saquearla, lo que indujo a la nobleza flamenca a luchar con su población y milicias contra todos los españoles, fuesen soldados o no. Viendo el cariz de despropósitos que tomaba la contienda, los rebeldes neerlandeses incluída la población de Amberes, intentaron tomar la fortificación de la ciudad defendida por exiguas tropas españolas, dentro de la cual se hallaban miles de desdichados españoles huyendo de la tropelía, violaciones y juicios sumarios en los que se vieron envueltos ante la cobardía perpetrada por las fuerzas holandesas. Las tropas de los Países Bajos, casi 20.000 hombres ayudados en todo momento por soldados de otras naciones adyacentes, trataron en vano de hacerse con el castillo y matar a sangre fría a todos los españoles sitiados allí.

Los nobles Tercios Españoles amotinados en Aalst, unos 1.600 hombres , al conocer el vil ataque a la ciudadela defendida por sus compatriotas, marcharon en dirección a Amberes toda una noche a paso ligero, llegando exhaustos . A pesar de que las tropas enemigas fuesen superiores en miles de soldados , la valía de los bravos Tercios en el campo de batalla provocó la huida de los pusilánimes, pávidos y temerosos holandeses con su posterior rendición. Acto seguido, nuestros briosos soldados tomaron las calles de Amberes. Enterados de las violaciones sufridas por las menores españolas a manos de los indecentes holandeses, saquearon, incendiaron y profanaron la ciudad. Los muertos se contaron por millares.

He ahí el génesis de la expresión LA FURIA ESPAÑOLA. Y como nunca me cansaré de decir a través de los artículos publicados en este medio, la historia está llena de guiños y coincidencias al pasado. Nuestra selección de fútbol, "La Furia Española", que ha despertado nuevamente en todos los españoles el patriotismo nacional perdido antaño, se proclamó campeona del mundo en el pasado 2010 derrotando en la final a los Países Bajos.

La furia española. Orígenes
Comentarios