El ex consejero de Pesca del Cabildo de Lanzarote, Marcos Páez, y el patrón de la embarcación de vigilancia de Medio Ambiente del Archipiélago Chinijo, Jeremías Cabrera, se han visto de nuevo las caras. En esta ocasión el escenario no han sido las aguas que rodean los islotes del norte de Lanzarote, sino los juzgados de Arrecife. Y es que este martes se ha celebrado el juicio para resolver el incidente que tuvo lugar el pasado 1 de abril en el bar Puerto Naos alrededor de las nueve de la noche.
Según Marcos Páez, la “pelea” comenzó cuando Jeremías le profirió diversos insultos y amenazas, como “político de mierda” o “te voy a quitar de en medio”. Según el ex consejero de Pesca, el vigilante se abalanzó dos veces sobre su cuerpo, tirándole al suelo y propinándole bofetadas por todo el cuerpo, hasta llegar a romperle el labio. Por otro lado, Jeremías asegura que se encontraba en la barra del bar cuando Páez se acercó y él le contestó que no quería hablar. Según su testimonio, en ese momento Marcos Páez le agarró por detrás, le tiró al suelo y le agredió con el puño en el pecho y en la cara.
Dos versiones distintas y contradictorias que la fiscal ha catalogado como una “pelea” en la que ambas partes participaron como agresores. Por ello, ha solicitado multas para los que son al mismo tiempo denunciantes y denunciados: para Marcos Páez ha pedido seis euros diarios durante un mes en concepto de agresión, más una indemnización de 1.800 euros a Jeremías por las lesiones provocadas. En cuanto a éste último, tendría que pagar una multa de cuatro euros diarios durante un mes e indemnizar a Páez con 240 euros.
Por su parte, la abogada de Marcos Páez solicita, además de lo fijado por la fiscal, veinte días a razón de seis euros diarios por una falta de injuria, así como la libre absolución de su cliente, ya que según la letrada “no existía ninguna intención de agredir sino que sólo respondió a un ataque”. La otra parte ha solicitado una condena a Páez de 45 días de multa a seis euros diarios ya que “Jeremías fue la víctima y quien sufrió la mayor parte de las lesiones”. También ha pedido una indemnización por la baja laboral del vigilante. El juicio ha quedado visto para sentencia.
Entre las pruebas presentadas durante la vista, el letrado de Jeremías Cabrera ha facilitado un parte de lesiones que incluye hematomas, una hemorragia y una erosión superficial en el ojo izquierdo, que provocó que el patrón de la lancha de vigilancia permaneciera de baja durante setenta días. Marcos Páez mostraba a la salida lo que aseguraba que era la cicatriz de su “labio roto”, aunque dicha lesión no se incluía en el parte médico.
Los testimonios de los testigos no han aportado datos novedosos. Tanto Narciso Pérez como Tomás Machín han declarado que vieron la pelea, pero no las causas de la misma. Ambos niegan que escucharan insultos de boca de Jeremías Cabrera, y coinciden en señalar que fue Marcos Páez el que se acercó al lugar donde se encontraba, algo que según el ex consejero de Pesca era normal, pues en ese momento se dirigía “hacia la salida del bar”.
A la salida del juicio, Jeremías Cabrera declaraba que se siente “amenazado”. “A Marcos Páez se le cruzan los cables, no es la primera vez que esto pasa. Ha habido insultos y amenazas, aunque no era él directamente, como en esta ocasión, sino que eran sus amigos los que iban a por mí, me mandan recados y dicen que me van a hacer daño, pero eso no se puede probar en ningún tribunal”, ha explicado el patrón de la embarcación de Vigilancia.
Jeremías Cabrera continúa trabajando para el área de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote. Sin embargo, este puesto le ha traído más de un conflicto. “Hace tres años que no puedo ir a La Santa y es mi propio pueblo, me amenazan por llevarnos las redes, y son amigos de Marcos Páez”, explica Cabrera.
Antecendentes
La relación de Marcos Páez y Jeremías Cabrera nunca ha sido amistosa. Así lo ha expresado el propio ex consejero de Pesca durante la vista y así lo ha confirmado más tarde el vigilante. “A Marcos Páez le hemos denunciado al menos cuatro veces”, ha explicado Cabrera. “Es normal que esté cansado de mí”. Hace exactamente un año, el 12 de septiembre de 2006, el ex consejero de Pesca fue denunciado por mariscar sin licencia y en día prohibido, así como por recoger tres veces más de las lapas permitidas en las aguas del Archipiélago Chinijo. Esta noticia, que saltó a la opinión pública, enturbió aún más la tensa relación entre ambos.
