martes. 23.04.2024

“A mi hija le ha salido más barato dejar de trabajar que pagar todos los gastos que hacía para mantener a los niños”, comenta María Altagracia, vecina de Arrecife, al ser cuestionada por la vuelta al cole. Aunque la afirmación pueda resultar un poco exagerada, lo cierto es que cubrir las necesidades de los más pequeños es una tarea imposible de llevar a cabo para muchos matrimonios en los que trabajan los dos cónyuges. Y es que, en estas circunstancias, no queda más remedio que contratar a una niñera para que se encargue de llevar a los niños al colegio, recogerlos, hacer la comida...

Al margen de esta problemática que padecen muchas familias, el retorno a las aulas supone, según un estudio realizado recientemente por la Unión de Consumidores de España (UCE), un desembolso económico que oscila entre los 212 y los 1.563 euros, estimación que varía en función de si el centro educativo es público, concertado o privado y también -claro está- de acotar el dinero invertido en gastos innecesarios.

Las ayudas que cada comunidad autónoma destina a Educación sirven también para reducir esta cifra. Castilla La Mancha garantiza la gratuidad de los libros de texto en la enseñanza obligatoria para los padres que hayan matriculado a sus hijos en centros públicos y concertados. Según publica la prestigiosa revista Consumer, esto supone un ahorro de 160 euros por alumno.

Reutilizar los libros

No obstante, en Canarias, al igual que en Andalucía, Aragón, Cataluña, País Vasco, Galicia, Valencia y Baleares, se ha optado por el sistema de la reutilización de los libros de texto. Mediante este sistema, los alumnos reciben los manuales al comenzar el curso y los devuelven cuando lo terminan. Los libros se renuevan cada cuatro años y, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es el modelo más positivo, ya que se reduce el gasto y se fomenta la responsabilidad del alumno. Paola Flores, vecina de Arrecife, dice que su hijo Antonio, que cursará este año segundo de Primaria, se va a acoger a este modelo. La medida ha sido muy bien recibida por los padres, que valoran muy positivamente la medida. “Me parece estupendo, y más aún con lo caros que son los libros”, comenta Consuelo. “Estamos fomentando la solidaridad y la responsabilidad entre los niños y también entre los padres”, argumenta esta vecina de Lanzarote.

Pero no sólo se puede ahorrar con las ayudas que ofrecen los gobiernos autonómicos. Preparar el material que necesitan los niños con tiempo y cabeza es fundamental para el bolsillo. Por ello, la OCU recomienda ser previsor y aprovechar las rebajas de final de temporada para reducir los gastos. También aconseja hacer una lista de las cosas que realmente necesita el niño antes de salir de compras para evitar caer en tentaciones fútiles.

Otro aspecto muy importante para el ahorro, es no comprar material escolar que haga referencia a protagonistas de dibujos o películas. Los niños son muy vulnerables a los productos publicitarios, circunstancia que aprovechan los fabricantes para triplicar el precio con la excusa del dibujo.

Aún teniendo en cuenta estos factores, el curso académico trae consigo más de un susto en forma de desembolso económico. Ante esto, poco o nada cabe hacer, más que aguantarse ante la bien denominada cuesta de septiembre.

Cuatro historias diferentes

“Los niños están más con los abuelos que con sus padres”

María Altagracia Pallarés, vecina de Lanzarote, tiene dos nietos en edad escolar, Alejandro y Fernando, de 4 y 5 años respectivamente. María dice que su hija va a gastar alrededor de 600 euros por cada niño. “Ahora mismo se lleva bien porque no trabajo y le puedo echar una mano”, dice. María cuenta que las puertas de los colegios están llenas de abuelos que esperan a sus nietos porque los padres no pueden compatibilizar la vida laboral con la familiar. “Los niños están más con los abuelos que con sus padres”, afirma. Para María, uno de los principales escollos para los padres en Lanzarote es tener que acudir a comprar material escolar a las librerías en vez de a las grandes plataformas comerciales, que “son más baratas”.

“No me dan plaza en el Zerolo, pese a vivir en el barrio”

Paola Flores es la madre de Antonio, que tiene siete años y cursará segundo de Primaria. Paola cree que el gasto en la vuelta al cole “puede pasar de los 400 euros, sin libros”. Paola tiene que dejar a su hijo con una niñera para que lo lleve al colegio, puesto no puede encargarse ni ella ni su marido. Esta situación está provocada en gran parte porque a su hijo no le dan plaza en el colegio Antonio Zerolo, que está en su barrio y que además “tiene comedor y actividades extraescolares”, servicios que facilitarían su situación.

“Tengo que dejar a mi hija con otra persona porque yo no me puedo hacer cargo”

Elvia Vivar está divorciada, por lo que se tiene que encargar a solas de la vuelta al cole. Para Elvia, el principal problema es “tener que dejar a mi hija con otra persona, porque yo no me puedo hacer cargo”. Su hija, Andrea Romero, cursará este año primero de Primaria y cree que desembolsará alrededor de 500 euros en los preparativos para el retorno al aula.

“Mi trabajo me permite que, entre yo y mi marido, nos organicemos para llevar a las niñas al colegio”

Consuelo Martín tiene dos hijas, Gara, de 9 años y Amuhaici, de 15 y cree que gastará alrededor de 1.000 euros en preparar a sus dos hijas para afrontar la vuelta al cole. Consuelo dice que su trabajo le permite llevar a sus hijas al colegio, siempre y cuando se organice bien con su marido. Consuelo afirma no tener problemas con la vuelta al cole, ya que al ser privado es el centro quien se encarga de comprar los materiales escolares. Consuelo cometa además, de cara al curso que entra, que no entiende por qué se ha formado tanto revuelo con la asignatura de Educación para la Ciudadanía, aunque reconoce que “habrá que ver lo que aportan a los niños”.

La cuesta de septiembre
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