jueves. 28.03.2024

Decía Carlos Espino, a partir de ahora el ‘super consejero', porque vale tanto ‘para un cosío como para un fregao', es decir tanto para representar al Cabildo en un acto cultural, como para hacer declaraciones oficiales sobre una Consejería que detenta directamente la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, seguramente sin previo conocimiento de esta última, a una publicación de tirada nacional o para coordinar una campaña electoral que apenas tuvo eco en Lanzarote, que la repercusión que ha tenido el reportaje sobre los hoteles ilegales de Lanzarote publicado en el diario El País, al que por cierto le hemos dado una promoción impresionante en la Isla, pues no en vano llevamos casi dos semanas hablando de lo mismo, hará mejorar la imagen del sector a largo plazo. “Hay un plus de mejora del destino para muchas personas que perciben que desde las instituciones se persigue a aquellos que incumplen la ley. Hay muchos ciudadanos europeos que lo ven como síntomas positivos”, aseguraba también el secretario general del PSC de Lanzarote, Manuel Fajardo, tras la Ejecutiva reunida el pasado lunes para tratar en exclusiva este asunto que, en palabras del ‘super consejero', no es más que un reportaje publicado de acuerdo a la línea editorial de El País y por iniciativa del diario. Además, Espino quiso dejar claro que el periodista que elaboró la noticia acudió a él porque es el firmante de la denuncia penal que en su momento interpuso el Partido Socialista.

No conozco las cifras oficiales de turistas de Marbella de los últimos tiempos, pero estoy segura de que a pesar del establecimiento de la “ruta de la corrupción” como un atractivo turístico más de la zona, el número de turistas llegados a la costa malagueña ha sido inferior al que acudía cuando aún no se había destapado el escándalo urbanístico marbellí. Con esto no quiero decir ni mucho menos que para preservar el turismo sea necesario pasar por todo tipo de corruptelas sin hacernos eco de las mismas, pues en este caso se trata de delitos urbanísticos realmente graves y además me tiraría piedras contra mi propio tejado, ya que una de las funciones de los medios de comunicación como éste es denunciar todo aquello que se haga fuera de la legalidad, y en este medio de comunicación lo hemos hecho en todo momento, cada vez que hemos tenido acceso a las sentencias de los tribunales sobre alguno de los 23 hoteles implicados en el reportaje. Pero insistimos en que no es lo mismo lo que ha ocurrido en Marbella que lo que sucede en Lanzarote, a pesar de que para el “super consejero' la comparación entre ambos destinos es un referente “totalmente irrelevante”, teniendo en cuenta el contenido de la información.

“No nos podemos engañar como sociedad en cuanto a la gravedad del problema”, decía Espino en la rueda de prensa. Efectivamente estamos de acuerdo con él en que en Lanzarote tenemos un problema grave que hay que resolver ya y no darle más vueltas ni más publicidad. Precisamente el director del Grupo Fariones, Bienvenido Saavedra, hombre conocedor del sector, no en vano lo ha ‘mamado' desde los 12 años en que empezó a trabajar en el hotel Fariones, el primer establecimiento hotelero construido en Lanzarote, instaba a los responsables del Cabildo a tomar una decisión, la que fuera, para acabar ya con esta situación, pues estos 23 hoteles, cuyas licencias se han anulado en su mayoría no por “defectos formales subsanables”, tal como quiso aclarar el ‘super consejero', sino por la ausencia del informe de compatibilidad con el Plan Insular de Ordenación Territorial (PIOT), que es preceptivo y vinculante y que además en gran parte de los casos, según ha asegurado, es desfavorable y ya ha sido incluido en los expedientes, no pueden perjudicar a toda una Isla, tal como está sucediendo.

Aunque desde el PSC se calificaba este lunes por la noche de “falsos” los argumentos del alarmismo generado en Lanzarote como consecuencia de esta publicación, yo estoy con Bienvenido Saavedra en que puede traer consecuencias en el futuro. Saavedra comparaba esto con lo sucedido hace años en La Caja Insular de Ahorros, donde un bulo estuvo a punto de hacer quebrar a la entidad bancaria, ya que se hacían colas para retirar el dinero. Pues lo mismo puede ocurrir con el sector en Lanzarote, toda vez que según Saavedra ya se están produciendo las primeras anulaciones y están habiendo presiones por parte de los touroperadores, que son los que en definitiva deciden sobre el destino de los turistas, con el fin de lograr y salvagüardar a sus clientes para que estos establecimientos les proporcionen avales.

Es verdad que en este momento Lanzarote está mejorando su apreciación en los mercados emisores, pero no es menos cierto que esta publicidad de la Isla podría hacer que se diera la ‘vuelta a la tortilla' y que el efecto de esta información hiciera perder o bajar aún más la calidad de los turistas que vienen a Lanzarote, una isla que nos guste o no nos guste vive casi en su totalidad del turismo, por lo que si éste decide cambiar de destino, nos quedamos sin nada.

Hay que ser un poco más cabal y pensar bien lo que hacemos, sobre todo cuando uno es un consejero de la Primera Corporación de la Isla. Insistimos, no más publicidad de ese tipo y sí más actuación. Que hay que tirar algunos hoteles, pues que se haga, pero siempre siguiendo lo establecido por los tribunales y mirando todas las sentencias bajo el mismo prisma, no con criterios partidistas, incluyendo también, eso sí, la regularización de todos esos establecimientos alegales que a pesar del ‘halo' de legalidad que prima en el Cabildo, siguen funcionando de manera irregular, sin que hasta el momento se haya hecho nada al respecto.

La anécdota “irrelevante” de Carlos Espino
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