Teguise inició el pasado 15 de noviembre la conmemoración de los 600 años de la instauración del Fuero de Niebla y del nacimiento de lo que hoy es la actual Villa de San Miguel Arcángel de Teguise, erigida sobre el poblado aborigen de La Gran Aldea por el normando Maciot de Bethencourt y que fue primera capital de las islas.
Teguise fue una demarcación municipal que gracias a la familia Herrera, -durante los siglos XV y XVI-, consiguió un crecimiento y esplendor que se extendió a los dominios de Madeira y la costa de África, el cual pierde a mediados del XIX al trasladarse la capitalidad a Arrecife, pero que aún así, -ha sido y sigue siendo-, un centro de referencia cultural en todas las Islas Canarias.
Por razones históricas, esta efemérides está marcada por un amplio programa de actos de diferente naturaleza, tendentes a dar a conocer al mundo el devenir de una parte de Lanzarote, el rico patrimonio arqueológico, etnográfico, arquitectónico y natural, pero sobre todo humano de la Villa de Teguise, dado que este municipio ha sido cuna de ilustres personalidades versadas en diferentes disciplinas y que han destacado en otras culturas por su saber y bonhomía.
Por su obra y por su labor de embajadores, están previstos dentro de los actos del Centenario, hermanamientos con algunas ciudades de América y Europa, entre ellos figuran las poblaciones uruguayas de Las Piedras y San José, a través de la figura del hijo de este pueblo, el Doctor Alfonso Spínola, que tanta historia escribió en ese país. En cuanto a la importancia del Fuero de Niebla, se sucederán actos que incluyen el hermanamiento con la ciudad que da nombre al Condado, cuya Corporación nos visitará en 2018, al igual que lo hará el heredero del citado título nobiliario, el Conde de Niebla. Estas visitas se suman a otros acontecimientos de índole cultural que están aún pendientes de cerrar y que giran en torno a la importancia documental del Fuero.
La presencia del Cabildo en sesión plenaria este jueves contribuye a aquilatar ésta efemérides, no en vano y por historia, es una de las administraciones de Canarias más longevas, remontándose su constitución en esta isla al 16 de marzo de 1913, al amparo de la Ley sobre Reorganización Administrativa y Representación en Cortes de las islas Canarias fechada el 11 de julio de 1912, y que significó la apertura de una nueva etapa en la historia administrativa canaria.
El Cabildo es la forma gubernativa y administrativa propia de las Islas Canarias, y cumple dos funciones principales. Por una parte, presta servicios y ejerce competencias propias de la Comunidad Autónoma y por otra, es la entidad local que gobierna Lanzarote, incluyendo en su jurisdicción a la isla de La Graciosa.
Por tanto, “es al Cabildo al que recurrimos las Administraciones Locales con las necesidades más perentorias, como es en el caso de la Villa de Teguise, la compra de un inmueble que nos permita exponer museísticamente la historia de la isla y de su primera capital, -dada la efemérides que conmemoramos-, y para la que precisamos el apoyo de todos los grupos políticos representados en el mismo”, manifestó Oswaldo Betancort durante su intervención.
“Dada la importancia que este hito histórico tiene para Lanzarote y para Canarias, apelo a la sensibilidad que toda persona de bien debe mostrar ante un tema de tanta trascendencia, -lejos de credos políticos-, para que apoyen este objetivo común que nos sobrevivirá, siendo testigo intemporal de una etapa de gobierno de la isla en la que debe prevalecer el interés común en hacer perdurar el legado de los que nos precedieron”, añadió Betancort.
El alcalde de Teguise quiso agradecer la encomiable labor de cada uno de los historiadores e investigadores de Canarias, puesto que “gracias a su estudio concienzudo de documentos históricos, podemos conocer y divulgar hoy nuestro pasado y nuestro patrimonio, y además hacerlo de forma universal, gracias a la red a la que todos estamos conectados y que nos permite acceder desde cualquier punto del mundo a la información que hasta ahora solo estaba disponible en bibliotecas”.
Asimismo, agradeció el apoyo del presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, y del resto de consejeros de la máxima corporación insular, “que han mostrado su total predisposición a colaborar en el mantenimiento y realce de nuestro preciado patrimonio, así como de la divulgación de su historia entre la sociedad actual”, concluyó Oswaldo Betancort.
