sábado. 20.04.2024

La Unión Deportiva Lanzarote invirtió coraje a granel para remontar el resultado adverso -en seis minutos volteó el marcador- y derrotar al Cacereño en un buen partido, algo que deriva a que acumule tres importantes puntos que le conceden una alentadora perspectiva de cara a la permanencia en la categoría.

El juego abierto -un auténtico ida y vuelta- con que empezó una primera parte bastante discreta se fue diluyendo de manera paulatina y las oportunidades claras de gol, por consiguiente, resultaron un bien escaso.

Los futbolistas que entrena Carmelo Hernández claudicaron ante unos contrincantes bien posicionados en todas sus líneas, pero de forma especial, en la defensiva.

Toñito, con incursiones por la banda derecha, se erigió en el artífice del ataque 'rojillo' en los compases iniciales.

La primera intentona -baldía- la protagonizó Ayoze Pérez a la altura del minuto 14, cuando remató escorado en área y mandó el balón fuera, ligeramente desviado.

Después se sucedió una fase de toma y daca insulso -siempre con la 'manija' en poder del equipo canario-, se llegó al minuto 29, en el que Jotha metió una ajustada volea desde la frontal y obligó a Manu Polo a realizar una aceptable parada, con saque del balón al córner.

A partir de ahí, el conjunto visitante logró acallar la intenciones del quehacer adversario y casi todas las acciones se circunscribieron a la parcela central.

La más clara ocasión de los locales estuvo en las botas de Carlitos, en concreto, en el minuto 36, tras recoger el balón que le envió Jotha -sacó un libre indirecto cerca del área- y cabecear sin la adecuada dirección.

Tres minutos más tarde se produjo la expulsión de Vladimir, al recibir su segunda amonestación -rigurosa-, que protestó, junto a sus compañeros y afición.

A pesar de quedar en inferioridad numérica, el cuadro local no desmontó la iniciativa que había acreditado hasta entonces y creó otra situación de cierto compromiso para el cancerbero foráneo Manu Polo, quien vio como la pelota se paseó rasa cerca de un poste después de que la rematara Carlitos tras un rechace.

Con uno menos siguió aguantando y apretando el Lanzarote a su contrario en un segundo tiempo en el que se incrementó el ritmo, la tensión y la vistosidad de las jugadas. Además, tuvo el aliciente de los goles -tres-.

Para más inri, los locales remaron a contracorriente desde el comienzo, ya que Rocha culminó una contra por el ala derecho con un certero remate pegado al césped y ante la salida de Vilches (0-1).

En un arranque de coraje y cual si fueran auténticos gladiadores, los discípulos de Carmelo Hernández metieron la directa, se echaron hacia adelante con todo lo que tenían y en dos acciones puntuales lograron sendos tantos: Jotha, de volea lejana, metió el esférico por arriba, y, poco después, Toñito, a media altura y engañando a Manu Polo, convirtió una pena máxima que le hizo Antonio.

A los 58 minutos Richard cabeceó tras un saque de esquina que botó Rubén Rodríguez y Tomás sacó el balón bajo palos.

Luego y hasta la conclusión, la labor de cobertura y Vilches, en especial, actuaron de forma inconmensurable, para neutralizar la incoherente reacción que les llegó de enfrente.

Rondó la portería local el equipo extremeño alguna que otra vez, como cuando Rai ejecutó un libre indirecto en área y Vilches blocó el balón -minuto 67-.

Acentuó la presión el Cacereño en el tramo definitivo -no se desvió un ápice de su dinámica errónea de lanzamientos sin ton ni son-, pero siempre encontró a un rival con entereza y con las ideas claras para desbaratar esas intentonas insustanciales.

La UD de Lanzarote pone coraje para saldar un triunfo alentador
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