viernes. 29.03.2024

La Fundación César Manrique acogió los días 25 y 26 un encuentro sobre “El Mediterráneo y la democracia: el caso de los países de la orilla Sur”.

Personalidades del mundo árabe y del norte de África como Sami Fair, politólogo y escritor o Nassif Hitti, director de la Misión de la Liga de los Estados Árabes en París, se dieron cita en Lanzarote en unas jornadas cargadas de reflexiones sobre las relaciones entre el mundo oriental y Occidente.

Los actos han pretendido dilucidar si es factible importar democracias occidentales a culturas árabes de escasa trayectoria en derechos civiles.

Durante dos días ,Héle Beji, ex embajadore de Tunez,Regis Debray, filósofo y escritor o Yahya Hakim, asesor del ministro libanés, entre otros,debatieron sobre temas relacionados con la democracia,la ciudadanía y las relaciones de los países árabes con Estados Unidos y Europa. En este sentido, Hitti se mostró rotundo afirmando que “el poder de decisión europea brilla por su ausencia”.

El choque entre civilizaciones que ya preconizara el norteamericano Huntintong, ha quedado más que patente en las jornadas que se llevaron a cabo esos días en la Fundación. Nassif Hitti, en una charla que le comprometía en el Líbano pero que utilizó en Lanzarote a título personal, afirmó que “el Gran Medio Oriente va desde Kabul hasta Tánger".En este sentido debemos integrarnos en un mundo globalizado pero hay dos polos opuestos frente a este tema en Oriente”, concluyó.

El diplomático libanés explicó que el neoconservadurismo americano se ha implantado en las relaciones entre Estados Unidos y el mundo árabe y que este último se ha aferrado a su tradicional realismo en política. El cambio experimentado en Norteamérica a raíz del 11 de septiembre les ha puesto en la necesidad de cambiar el mundo. Para ello decidieron sacrificar a un dictador criminal en Irak para luego no implicarse mucho en la necesidad de democratizar el país. En este sentido, Hitti afirmó que “Oriente Medio seguirá dando a luz más terrorismo si no se democratiza”. “La imagen civilizadora americana sólo afecta a aquellos a los que verdaderamente atañe”, enfatizó.

La conclusión a la que se llegó en estas jornadas es que la política de construcción nacional crea problemas ya que esta entidad deja paso a enfrentamientos étnicos o confesionales. Por otro lado, la democracia crea una confusión en estos países anclados en el medievo, ya que la entienden como una realidad ajena que les hace perder capacidad de decisión como autores autónomos. “Algunos preconizan la supremacía cultural de Occidente y otros tienen miedo del Otro”, concluyó Hitti.

La Fundación acoge un encuentro sobre Mediterráneo y Democracia
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