viernes. 19.04.2024

La Fundación César Manrique (FCM), después de conocer que la alcaldesa aprobó por Decreto del Plan Especial del Puerto de Arrecife (PEPA), declara que rechaza tajantemente el urbanismo “por decretos y a las bravas”. Así de claro lo manifestó a Crónicas el director de Actividades Fundacionales de la Institución, Fernando Gómez Aguilera, quien opinó que la apuesta decidida del Ayuntamiento de Arrecife debe ser “por el consenso y los grandes pactos”. Gómez Aguilera cree que es el único camino a seguir sobre todo cuando están sobre la mesa proyectos que, como el PEPA o el mismo Plan General de Arrecife, son decisivos para el desarrollo de la ciudad. Para la FCM, ninguna urgencia justifica una decisión como la tomada por Déniz, porque entiende que si el PEPA ha suscitado reservas significativas entre ciudadanos, partidos políticos y asociaciones vecinales, entre otros, hubiera sido mejor pactar su contenido antes de aprobarlo por Decreto.

Desconfianza en los políticos

Decisiones como la tomada por la alcaldesa, subrayó el representante de la Fundación, provocan desconfianza de los vecinos en la política y confunden aún más a la población. “A nosotros nos parece que un proyecto de este tipo debía ser aprobado inicialmente al menos, insisto en ello, con el apoyo del grupo completo de gobierno”, dijo Gómez Aguilera.

En definitiva, la FCM piensa que la alcaldesa ha cometido una nueva imprudencia, aunque en ningún momento pone en duda la legitimidad de la aprobación vía Decreto. Un documento tan alegado como el PEPA debe, a juicio de la Fundación, encajar perfectamente en el Plan General de Arrecife vigente. La Fundación comparte la idea de la ciudad de empeñarse en sacar adelante el nuevo muelle de cruceros y reordenar el puerto, “pero el Ayuntamiento, antes que nada, está obligado a apostar por la ciudad en su conjunto”.

Insensibilidad con las alegaciones

La Fundación César Manrique no comparte en absoluto las respuestas de la Autoridad Portuaria a las alegaciones presentadas al PEPA. Es más, sostiene que María Isabel Déniz incomprensiblemente le dio un espaldarazo a la Autoridad aprobando por Decreto el documento. “El comportamiento de la Autoridad Portuaria merece un reproche severo, porque es fiel a su vieja tradición de mostrase sorda y ciega”, comentó Gómez Aguilera. La FCM recuerda que no es nada nuevo que Puertos de Las Palmas se muestre insensible a las reflexiones de los ciudadanos y organizaciones de Lanzarote. “Nos parece improcedente que desde la Alcaldía se haya venido a ratificar esa insensibilidad de la Autoridad Portuaria con las alegaciones”, agregó Gómez.

Asimismo, la Fundación rememora que históricamente las instituciones y partidos políticos afincados en la Isla se han caracterizado por enriquecer las grandes iniciativas de cara al progreso de este pequeño espacio territorial. En este sentido, la Organización cree que ni con el PEPA ni con el Plan General se han considerado los valiosos aportes de los distintos agentes sociales. “Creemos que las propuestas puestas sobre la mesa merecen mayor consideración, pero no nos sorprende y ya nos estamos acostumbrando a este tipo de comportamientos”, apostilló Gómez Aguilera.

Principal objeción

La primera observación que hizo la Fundación al PEPA es su falta de relación con el Plan General de Ordenación Urbana. “Estos planes deben ir de la mano”. El PEPA no sólo determinará usos portuarios, sino que concentrará gran parte del desarrollo de la ciudad. “La ciudad de Arrecife tiene posibilidades de recualificarse por esa nueva centralidad urbana creada por las actuaciones sobre el litoral”, sostuvo Gómez Aguilera. El que el PEPA sea uno de los focos más importantes de la ciudad del futuro desemboca en la necesaria asociación entre éste y su hermano mayor, el Plan General de Ordenación.

Discrepancias con el Ayuntamiento

Evidentemente los puntos de coincidencia entre el Ayuntamiento de Arrecife y la Fundación son día a día más escasos. El director de Actividades Fundacionales opinó que en el pasado la Administración pública ha cometido “errores importantes en las relaciones con la Fundación”, sin embargo, dijo que son subsanables y abogó por la normalización de unas relaciones “que serían deseables para todos”. En palabras de Gómez, la FCM está dispuesta a encausarlas, aunque advirtió de que no se puede empezar a trabajar a partir de una memoria vacía.

Con esta declaración aludió directamente a los desencuentros que han provocado un distanciamiento institucional entre el Consistorio y la Fundación. “Antes de encausar el futuro sobre una mala base, hay que recomponer esa situación del pasado”, concluyó.

La Fundación César Manrique rechaza el urbanismo “por decretos y a las bravas”
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