viernes. 19.04.2024

Por Antonio Hernández Lobo

Inmersos en el segundo trimestre, nos situamos ante los denominados equipos educativos orientadores, en el cual el equipo docente de los centros educativos orientan y aconsejan al alumnado y a sus familias sobre su futuro académico más próximo. Es uno de los momentos mas importantes en la vida del alumnado, ya que es aquí donde buena parte de su futuro está en juego, y, no sólo las familias, sino que el profesorado en general, velan porque esa orientación sea lo más adecuada y personalizada posible.

De ahí, y desde el trabajo que realizamos en los centros, a través de los departamentos de orientación, planes de acción tutorial y comisiones de coordinación pedagógica, viene nuestra reflexión que queremos compartir hoy con ustedes. Sobre todo pensando en esa honda preocupación que existe en las familias por el futuro de sus hijos e hijas.

La Formación Profesional, considerada durante muchos años de segunda categoría, es hoy en día uno de los objetivos prioritarios de la educación en Canarias. Los constantes cambios de la sociedad y del mercado laboral requieren cada vez más personal cualificado especializado en las distintas profesiones para responder a la actual demanda de empleo, situando a la Formación Profesional como la vía más rápida y segura de acceder a un primer empleo.

Y es que, el antiguo concepto de la Formación Profesional, como respuesta formativa a aquel alumnado que no podía o no quería continuar con sus estudios de Bachillerato se ha transformado en una formación que responde a la demanda real de empleo. Aún así, los prejuicios sociales y familiares ante esta formación siguen latentes en nuestro país, sobre todo en lo que se refiere a los ciclos educativos de Grado Medio. No digamos si se tratan ciclos relacionados con profesiones donde el desprestigio es aún mayor, tal y como se da en la familia profesional de la hostelería con el título de servicios de restaurante y bar.

Nuestros visitantes, sobre todo del centro y norte de Europa no dejan de sorprenderse, debido a las grandes diferencias existentes con lo sucedido en Canarias. Mientras que la media de estudiantes de Formación Profesional de Grado Medio en la Unión Europea asciende al 54%, superando al Bachillerato, en el estado español tan sólo el 36% de los jóvenes se decanta por esta opción, dato este último que recogemos del último informe Panorama de la Educación 2007. Sin embargo, los datos cambian cuando hablamos de los Ciclos de Grado Superior, con menor índice de prejuicios, y encontrándose incluso por encima de la media europea. También sorprende el nivel de preparación de nuestros centros educativos, inmersos un buen número de ellos en procesos de gestión de la Calidad, con la obtención de certificados ISO 9001:2000 y de EFQM, todo gracias al empeño y tesón de la Dirección General de Formación Profesional y Educación de Adultos del Gobierno Canario y a los distintos claustros del profesorado de dichos centros educativos.

Lo cierto es que los títulos se van incrementando y actualizando periódicamente en la medida en que el mercado laboral demanda nuevos perfiles profesionales, tal como se recoge en las paginas web de la Dirección General de Formación Profesional y Educación de Adultos del Gobierno de Canarias y de las cámaras de comercio del archipiélago. Así mismo en esas mismas páginas se pueden consultar, en distintos enlaces, una a una, las fichas de los títulos de Grado Medio y Grado Superior que existen en Canarias y que conforman el catálogo de Formación Profesional, en las que se detalla, además del Plan de Formación y duración de los estudios, las competencias profesionales que se adquieren y los puestos de trabajo que se pueden desempeñar con cada titulación. En el caso de los títulos de Grado Superior, se recoge asimismo el listado de titulaciones universitarias a las que se puede acceder directamente con cada título.

Al mismo tiempo, parece que será en este año 2008 cuando el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, dividido en familias, esté concluido. Este cambio de sistema, que pretende que la Formación Profesional responda, además de las expectativas de los jóvenes y sus familias, a las demandas de trabajadores de las empresas, cruzándose con la aplicación de la Ley Orgánica de Educación (LOE). Todo esto ha sido posible a la aprobación hace unos meses de un real decreto cuya principal novedad es que multiplica las vías de acceso a la Formación Profesional. Para acceder a estas enseñanzas es necesario el título de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), para las de Grado Medio, y el de Bachillerato, para las de Grado Superior. Sin ellos, hay que hacer un examen que certifique que se tienen los conocimientos necesarios. Con el nuevo decreto, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias podrá organizar un curso para preparar esa prueba y la nota del curso contará para el examen final. Además, los trabajadores que tengan el certificado de profesionalidad podrán evitar una parte de ese examen de acceso.

El nuevo decreto también permite cursar módulos sueltos, incluso a las personas que no tengan la titulación previa ni hayan superado la prueba de acceso. Eso sí, se les exigirá si después de aprobar todos los módulos de una enseñanza desean obtener el título. También se recoge el texto legal la formación profesional a distancia, una vía hasta ahora poco explotada en Canarias y siempre con un carácter semipresencial.

En general, y a modo de conclusión, esperemos que todas estas iniciativas, sirvan como buen augurio para que la Formación Profesional en Canarias siga desarrollándose como en los últimos años, no sólo como espacio formativo para nuestros más jóvenes, sino que también se fomente y facilite la formación continua entre el empresariado y los trabajadores de Canarias. Entre todos, asociaciones de madres y padres, asociaciones del alumnado, profesorado, empresariado, y administración, lograremos tener para nuestra tierra la mejor formación profesional que necesitamos y merecemos.

La Formación Profesional en Canarias
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