martes. 23.04.2024

Por Margara Bello Santana, delegada de Enseñantes Asamblearios de Canarias

Sr. Consejera, denigra usted con sus palabras, acciones y actitudes, no sólo a cada docente de Canarias sino a nuestra honorable profesión. Ultraja, agravia, ofende y pisotea nuestra imagen y nuestro honor. ¿Cree usted verdaderamente que los/as docentes o nuestros representantes sindicales, sólo quieren oír hablar de dinero? Falta usted a la verdad cuando vende esta idea. No puede defender que no queremos sentarnos a hablar de calidad y mejoras educativas. Lo que queremos es que la calidad educativa no recaiga exclusivamente sobre nuestras espaldas y que nuestras retribuciones económicas no dependan de ella ni de contrapartidas.

Ya se lo dice el presidente del Consejo Escolar de Canarias: “puede ser bueno separar, por una parte, el tema de la homologación, y por la otra, la necesidad de nuestro sistema educativo de introducir elementos que permitan mejorar el rendimiento”.

Y, eso es lo que hace su compañera la Consejera de Sanidad, que se ha comprometido a crear dos grupos de trabajo, uno para mejoras sanitarias y otro para el modelo retributivo.

Sí, Sr. Consejera, las mejoras educativas, son responsabilidad de varios sectores: consejería, docentes, padres y madres, corporaciones locales, servicios sociales, etc...

Sobre nuestras retribuciones, capítulo distinto, dice usted, que la homologación es “jurídicamente inviable”. Presente el informe al que se refiere. Así, evitamos lo que comenta el presidente de la Confederación de padres de Canarias, “se está confundiendo a la sociedad”.

Ya se lo dice el exconsejero de educación y colega de partido, J. Manuel García Ramos. El Parlamento de Canarias reconoció en 1991 el derecho de homologación de los docentes con el resto de funcionarios de nuestra Comunidad. Y, eso, dice el referido Consejero, no necesita ahora de más discusiones, ni mucho menos de rehomologaciones.

Manipula y utiliza usted a las AMPAS y Federaciones de padres y madres con medios hábiles y, a veces, arteros, con distorsión de la verdad y la justicia.

También se lo han dicho ya los padres y las madres cuando le mostraron su preocupación por saber cuándo se hablará “de verdad” de los problemas de la educación en Canarias, como las infraestructuras y las sustituciones del profesorado. Pero usted y su consejería han optado por escurrir el bulto, manipular a las AMPAS y denigrar a los docentes.

Si, Sr. Consejera Milagros, también le dijeron 22.000 docentes que NO. “Ganamos el referéndum por Milagros” dicen los/as docentes con mucha guasa.

Se le dicen muchas cosas y usted hace caso omiso y no hay peor sordo que el que no quiere oír.

Y, ya no me dirijo a usted más, con el respeto que merece su cargo de Consejera, porque MILA ES USTED UNA MALA MULA.

La Consejera que nos denigra
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