De forma paralela, se llevarán a cabo otras acciones para evitar la utilización del denominado Parque Viejo como zona de reposo y de cría. Las nuevas estrategias, -sometidas en la actualidad a consulta en la Sociedad Española de Ornitología (SEO)-, consistirán en la captura en vivo de los ejemplares para su traslado al nuevo jaulón de vuelo; el empleo de cetrería con la finalidad de ahuyentar y evitar el uso de los árboles como zona de reposo nocturno y posteriormente para la cría, así como la ocupación de las azoteas colindantes; la utilización de redes y/o sedal para evitar el posado de las garzas en las ramas y azoteas y la utilización de cañones de aire para incomodar a los ejemplares que consigan posarse.
Según afirmó el consejero de Política Territorial, Medio Ambiente y Patrimonio Histórico del Cabildo, Carlos Espino, “la protección de las garzas ha de hacerse compatible con la habitabilidad de su entorno y el bienestar de los vecinos. Anteriores intentos han podido fracasar por el desconocimiento parcial de las necesidades de esta especie. Esperamos que con lo aprendido en experiencias pasadas junto a los informes de solicitados a la Sociedad Española de Ornitología, éste sea el traslado definitivo”.
Dragado del Charco de Los Clicos
Los técnicos de la Oficina de Medio Ambiente del Cabildo informaron también a los miembros de la Comisión acerca del proyecto de Dragado del Charco de los Clicos, responsabilidad de la Dirección General de Costas, y de las reticencias del Área de Medio Ambiente del Ejecutivo regional, junto a su postura con respecto a la intervención.
La premisa sobre la que se asienta la opinión del Cabildo es que si no se actúa, el charco desaparece, luego es necesario ejecutar las labores de drenaje, siempre con las máximas garantías para que el impacto sea el menor posible. Los riesgos de pérdida de coloración o de turbidez del agua durante los trabajos de dragado, serían temporales y por tanto, “males menores” frente a la posibilidad de que el empuje de la arena por la fuerza del mar acabe colmatando la laguna.
En este sentido, Carlos Espino insistió en que “si no se actúa, el charco se perderá”. Merece la pena correr el riesgo; al Cabildo le corresponderá exigir tanto que se actúe como que la intervención sea lo más respetuosa posible. Hace unos 40 años ya se efectuó un dragado y esa experiencia nos anima a exigir que se acometa cuando antes la actuación”, añade el consejero.
