jueves. 28.03.2024

AGENCIAS

Henri Parot (delante), en julio de 2006.

La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional que juzgará los atentados del 11-M ha fijado el 15 de febrero como fecha de inicio de la vista y ha admitido citar como testigos al etarra Henri Parot y a los dos miembros de la banda detenidos en Cuenca con una furgoneta cargada de explosivos 11 días antes de la masacre.

La furgoneta interceptada en Cuenca el 29 de febrero de 2004.

El testimonio de los jóvenes etarras Gorka Vidal e Izkur Badillo, arrestados el 29 de febrero de 2004 tras la interceptación de una furgoneta cargada con 536 kilos de explosivos que se dirigía a la capital, se admite tras ser solicitado por la defensa de Jamal Zougam, uno de los 29 procesados y supuesto autor material de los atentados.

Fuentes del tribunal informaron de que la comparecencia de Henri Parot, citado también por la defensa de Zougam, tiene relación con una nota con su nombre que apareció en la celda del islamista Abdelkrim Bensmail -detenido en la denominada 'Operación Nova', cuyo objetivo era volar la Audienca Nacional, y que no será juzgado por el 11-M-.

El tribunal que juzgará el 11-M estará formado por los magistrados Alfonso Guevara, Fernando García Nicolás y Javier Gómez Bermúdez. Según el auto de apertura de juicio oral, la sala admite la declaración de estos tres testigos con el objeto de evitar "indefensión" de los acusados.

Abdelkrim Bensmail estaba considerado como el lugarteniente de Allekema Lamari, uno de los cerebros del 11-M que murió con otros seis terroristas en la explosión del piso de Leganés. En un registro practicado por la Policía el 19 de octubre de 2004 en su celda de la cárcel de Villabona (Asturias) le fueron intervenidos diversos folios. En uno de ellos estaba escrita la fórmula de la cloratita, explosivo habitualmente utilizado por ETA.

Además, en otras anotaciones había escritos cuatro nombres y direcciones de miembros de ETA que, en ese momento, se hallaban en prisión: Jorge García Sertucha, Fernando Iracula Albizu, Harriet Iragui y Henri Parot, al que, en su nota manuscrita, Bensmail menciona por su nombre de guerra, 'Unai'.

Henri Parot es uno de los etarras históricos de ETA más sanguinarios. Ha sido condenado entre otras delitos por el asesinato de 26 personas entre 1978 y 1990. En una carta que le fue intervenida y dio pie a otro procesamiento, afirmó que, cuando fue detenido el 4 de abril de 1990, había decidido ya que sus próximos atentados serían contra el Ministerio del Interior y contra la Audiencia Nacional.

Más de 600 testigos

En total, la Audiencia Nacional ha aceptado la presencia en el juicio del 11-M de entre 570 y 680 testigos. Sin embargo, no se ha admitido que testifiquen otros cuatro miembros de ETA, ni tampoco lo harán altos cargos del anterior gobierno del PP. De hecho, algunas de las defensas habían llegado a solicitar la declaración del ex presidente José María Aznar, su entonces ministro de Interior, Ángel Acebes y el ex secretario de Estado para la Seguridad, Ignacio Astarloa.

Las fuentes consultadas indicaron que se han inadmitido estas testificales porque el tribunal ha considerado que no existe "relación causal" con los hechos que se juzgan y que, en todo caso, estas personas serían testigos de referencia, ya que lo que conocen de los atentados se lo relataron personas que testificarán en la vista.

La Sala también ha rechazado incorporar como prueba las diligencias abiertas en la Audiencia Nacional a raíz de que se interceptara en Cuenca la llamada 'caravana de la muerte' de ETA, al haberlo pedido una acusación, que no estaría "legitimada" para abrir líneas de investigación.

Lo que sí está previsto es que testifique "toda la cúpula policial", así como técnicos en la desactivación de explosivos (TEDAX). También se ha admitido la petición de que se incorporen las diligencias previas del llamado 'caso del ácido bórico' que se tramitan en el Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid.

Análisis de explosivos

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal también ha acordado que se realice una nueva prueba pericial sobre los explosivos utilizados el 11-M, cuyos resultados deberán estar a disposición del tribunal antes del 13 de febrero, informa Manuel Marraco.

Esta nueva prueba se realizará en los laboratorios de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía por parte de dos agentes de este Cuerpo, dos guardias civiles, y un perito por cada una de las partes proponentes de la prueba, a los que se añadirán otro más por el resto de las acusaciones y otro por las defensas personadas. Los análisis serán grabados en vídeo y audio.

Asimismo, el tribunal da un plazo de 24 horas a la policía para aclarar qué restos de explosivos del 11-M tiene en su poder, y si son analizables. De no conservarlos, el tribunal exige que las fuerzas de seguridad expliquen cuál es el motivo de no tenerlos: si es porque no se recogieron, o si el motivo es que se gastaron en los primeros análisis que se les practicaron.

Con estas muestras el tribunal pretende que se confirme el tipo de explosivo, las sustancias, elementos y componentes químicos empleados en la fabricación de las bombas que explotaron en los trenes, así como que se elabore una análisis cuantitativo y cualitativo al respecto.

Además de en los trenes, a lo largo de la investigación, también se encontraron restos de explosivo en la furgoneta Renault Kangoo, en la vía del AVE en Mocejón (Toledo), en la mochila bomba desactivada en Vallecas, entre los escombros del piso de Leganés, en el zulo de la casa de Morata de Tajuña y en dos vehículos supuestamente empleados por la célula terrorista.

La Audiencia citará a Henri Parot y otros dos etarras como testigos en el juicio del 11-M
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