Saben nuestros habituales lectores que en Lanzarote se vive con una más que especial intensidad todo lo concerniente a la política. Por este motivo cualquier cosa que ocurre es inmediatamente conocida por todo el mundo. A veces ocurre que se conocen cosas, se difunden por toda la Isla, que ni siquiera han ocurrido. Desde luego, este martes era comentario de todos los mentideros políticos lo que para muchos ha supuesto el primer problema del pacto de gobierno entre el Partido Socialista Canario (PSC) y el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). No había una sola tertulia más o menos bien informada en la que no se asegurara que los socios han tenido su primer enfrentamiento serio en Arrecife a cuenta del reparto de áreas. Por lo que se cuenta en estos mismos mentideros, los independientes querían cumplir con lo expuesto durante la campaña y dedicar un concejal exclusivamente a los barrios de la capital. Algo que los socialistas, que también lo prometieron en la campaña, también querían hacer. Pues bien, la gente, entre café y café, contaba que al final los socialistas les dijeron a los independientes que el concejal de Barrios corría por su cuenta. ¿Es esto realmente un problema tan grande como algunos plantean, realmente ha sucedido así? Pues la verdad es que ni lo sabemos ni queremos saberlo, porque en realidad nos parece una bobería. Cosas así no se pueden considerar fricciones, a no ser que los protagonistas le den esa categoría por otros motivos.
