jueves. 25.04.2024

Es obvio que la detención de la banda de polacos y españoles que planeaban el secuestro de una familia en Puerto Calero ha tenido una enorme repercusión. Nos complace bastante que el director insular de la Administración General del Estado, Carmelo García Déniz, lanzara a través de la 95.8 un mensaje de tranquilidad a la población. Sin embargo, la historia tiene miga, puesto que no estamos hablando de unos cualquiera, estamos hablando de una banda perfectamente organizada con un potencial logístico y económico fuera de toda duda. Saben, porque lo avanzamos en los distintos espacios informativos de nuestra emisora de radio, que la tesis que gana más fuerza -es lógico que la policía guarde sus reservas sobre una operación que sigue abierta- es que la familia que se vigilaba tuviera relación también con las mafias del este, de tal forma que más que un secuestro la historia tuviera que ver con un ajuste de cuentas, muy habitual por otro lado entre este tipo de personas y organizaciones. Pero esta historia tiene muchas cosas ocultas que no se cuentan, y ha puesto de manifiesto la falta de vigilancia que existe en la entrada y salida de personas armadas en nuestra tierra. Además, y poca gente ha caído en esta historia, la presencia de la banda coincidió con la estancia en Lanzarote nada menos que de todos los ministros de Justicia de la Unión Europea (UE). Suponemos que la policía tuvo presente este tema cuando estuvieron aquí los políticos de este nivel. Imaginamos que no se improvisó y se esperó a ver qué sucedía mientras peligrosos delincuentes internacionales se paseaban entre nosotros como si tal cosa.

LO QUE NO SE CUENTA DE LA BANDA
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