Le digo a usted Guardia “Taloca la pelota” y es así porque las peloteras que se forman en los partidos políticos no es ni normal. Marcial Martín y Manuela Armas quieren tener las manos desatadas para confeccionar las listas al Cabildo y a San Bartolomé. Osease estar en igualdad de condiciones que Enrique Pérez, ¿es mucho pedir? Yo creo que es justo lo que tienen que solicitar no sea que les cuelguen alguna que otra “joya” de esas que se postulan preñadas de méritos que sólo ellos atinan a definir. Por cierto nos han dicho que murió de cólera el Picudo Rojo y conviene recordar que después del Picudo Rojo vendrá la diarrea amarilla y el belillito. Las palmeras a partir de ahora estarán de enhorabuena y podrán crecer y crecer sin el temor de que este repugnante bichito le ataque en la base.
Como quiera que hemos hablado de San Bartolomé y como se dice por la calle que José Antonio González ira de segundo en la lista sociata uno empieza a tirar de hemerotecas y a razonar conductas del ayer. De nada.
Oiga que no iba de broma lo de Tías y su reivindicaciones. Personas muy próximas a Francisco Hernández, para los amigos Pancho, nos ratifican que los sureños no están dispuestos a dejarse manipular o mangonear por nadie. ¿Es este otro Miura que le han soltado a Doña Dolores?, si así fuera Doña Dolores capearía el temporal con suma facilidad por cuanto de su viaje a la Gran Canaria para ver a Rajoy y Soria recibió la suficiente carga ideológica, psicológica y moral como para lidiar a la bestia taurina incluso con alguna que otra chicuelina. En fin, que a Doña Lola no la van a matar ni los astados del cuadrúpedo ni las maledicencias de sus adversarios que por cierto cada día son más y más peligrosos. Y a todas estas Don Francisco Cabrera, hombre trabajador donde los haya, no abre la boca ni para estornudar por si sale movido en la foto y no en la foto de los carteles de propaganda electoral.
¡Ah!, en este mismo camino o sendero probablemente habrá el próximo martes novedosas revelaciones y no precisamente del Espíritu Santo.
