No hay en el reino animal un bicho que dé más asco al común de los mortales que las ratas. No los ratoncillos de campo, no, las ratas. Si son de alcantarilla y de ciudad, de esas que en ocasiones son tan grandes como los gatos, mucho más. Pero también hay ratas de dos patas que producen repugnancia al personal. Nosotros conocemos unas cuantas, que además forman un curioso clan. El caso es que parece que el clan está a punto de disolverse porque dos de las ratas macho están enfrentadas entre sí. Suponemos que será por conseguir los favores de una de las hembras, o de varias de ellas, vaya usted a saber. Lo malo de esta situación es que las ratas de dos patas, como sus amigas de cuatro, son tremendamente belicosas y vengativas, y cuando atacan lo hacen con toda la mala leche del mundo. Estaremos atentos para explicarles cómo termina el combate, un combate por otro lado que se veía venir.
