jueves. 25.04.2024

Es tan lamentable como penoso el que ahora a toda leche se comiencen las obras para adecuar los centros de enseñanzas a las exigencias de los mismos. Comportamiento de esta índole muestra la cara fea de la conducta de determinados políticos, que son capaces de relegar a terceros o cuartos términos la importancia que debe tener la educación. Claro, algunos nunca gozaron de la misma, como por ejemplo “Barrilete” que le da lo mismo ocho que ochenta porque para cobrar sus espléndidos emolumentos mensuales sólo necesita un tampón en el que moja el dedo y trasladar su huella dactilar a la nómina correspondiente. El “Barrilete” corrió en las fiestas de San Roque, en esa espectacular carrera de cuadrúpedos.

Y mientras alguno se siga pensando que el auto sacramental es el coche del cura de Tinajo, así nos irá el pelo. Al final, todos calvos y con los colegios a medio hacer. ¡Ah! Y por si no lo sabían Hormigosa acaba de solicitar los permisos para la machacadora.

LAS JODIDAS IMPROVISACIONES
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