jueves. 28.03.2024

Entre las muchas declaraciones que podemos destacar en estos primeros días de rodaje de Crónicas Radio (gracias por la espectacular acogida de la emisora local con más programación hecha en Lanzarote de presente y de futuro), nos quedamos con las que ha realizado este jueves el todavía alcalde de Arrecife, Enrique Pérez Parrilla. Ya saben la de veces que se ha anunciado la posibilidad de que al que en su día fuera líder del Partido Socialista Canario (PSC) en Lanzarote (eran otros tiempos, y los socialistas en poco se parecían a Espino y compañía) le presenten una moción de censura. Sin embargo, lo de la moción de censura en Arrecife se ha convertido en una especie de cuento del lobo: cuando llegue de verdad nadie se lo va a creer.

Sorprende enormemente la tranquilidad (algunos lo pueden llamar pachorra) con la que afronta la situación Don Enrique, que de vez en cuando regala algunas perlas que tienen que pasar a la posteridad, como cuando dijo aquello de que los concejales del PSOE de Arrecife que se fueron marchando de la institución casi a las primeras de cambio lo hacían porque eran "jóvenes y fogosos". Fogosos y no tan jóvenes son los que llevan intentando conformar un pacto de gobierno que jamás llega, frenado en seco en estos momentos, después de que el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) volviera a reactivar el tema, por lo que suceda en Tías. Y ojo, en Tías las cosas siguen sin estar claras: la que le toca entrar (ya hemos perdido la cuenta y el nombre) le ha garantizado a Suso Machín y a los suyos que va a tomar posesión, vamos, que no realizará una espantada similar al resto; ahora bien, lo que no ha dicho es si luego se va a incorporar al grupo de gobierno que lidera José Juan Cruz o respetará la decisión de la Ejecutiva (que no del Consejo Político, que ese se conforma la semana que viene) de pactar con el PIL y con el Partido Popular (PP).

Y Don Enrique está tranquilo porque parece que le salen las cuentas. En sus declaraciones de este jueves en el programa "A buena hora", de Crónicas Radio, lo ha dejado bastante claro: en enero tendrá conformado un acuerdo de gobierno en el que entran casi seguro los tres concejales de CC y otras "alternativas". ¿A qué alternativas se refería el veterano político? Descartado el PP, descartado el PIL, no queda otra que contar con los dos concejales del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL), ya que así matas dos pájaros de un tiro: rompes la posibilidad de generar una moción de censura y generas una mayoría, siempre pendiente eso sí de lo que determinen los dos concejales de Alternativa Ciudadana (AC-25M), que ya han dicho por activa y por pasiva, aunque algunos no les crean, que no entrarán a gobernar ni con los unos ni con los otros.

El notición que adelantaba el Zurriagazo del jueves era que ese día se había producido una reunión entre Enrique Pérez y Pedro de Armas, secretario general del PNL y portavoz de esta formación en el Ayuntamiento. Reunión que finalmente no se llegó a producir, sino a planear. Vamos a decir que el error es nuestro, aunque sinceramente los canales auditivos todavía los tenemos bien. Ahora, sí que hubo un contacto con alguien del PNL y Don Enrique, contacto del que estaba perfectamente informado Don Pedro. La fórmula sigue siendo la misma que ya adelantamos: por cuestiones evidentes Pedro de Armas no entraría en el grupo de gobierno con la gente del PSOE, pero sí ofrecería su apoyo desde fuera para darle estabilidad a la institución, planteando la posibilidad de que Isabel Martinón sí coja una de las concejalías que necesitan ser ocupadas con notable urgencia.

El asunto de Arrecife camina ahora por este sendero, aunque nos tememos que no es ni mucho menos definitivo. Sí es verdad, todo hay que decirlo, que el empeño del PP en asumir una Alcaldía que en principio no le correspondía podría precipitar los acontecimientos y hacer que salte la sorpresa que este jueves adelantaba Don Enrique para el mes de enero. El amor político, como diría la canción, está en el aire, y los más listos son los que terminan cogiéndolo. O alguno se espabila, o la suerte está echada, y Arrecife termina con una solución parecida a la de San Bartolomé.

LA TRANQUILIDAD DE DON ENRIQUE Y LA (NO) REUNIÓN CON DON PEDRO
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