Los que siguen el a veces anodino mundo de la política canaria sabrán ya a estas alturas que el diputado socialista por la circunscripción de Gran Canaria Blas Trujillo Oramas presentó este lunes su dimisión como portavoz del Grupo Parlamentario Socialista Canario aludiendo a motivos personales, que vincula a la culminación de los procesos congresuales de la organización que representa. Ya saben que lo de “motivos personales” es la forma en la que se deja caer que hay otros motivos detrás, que también son personales, y que suelen afectar directamente a otras personas.
Como no se les escapará a los despiertos lectores de esta casa, todo el mundo da por hecho que Blas Trujillo era el gallo tapado que tenía Jerónimo Saavedra para competir con Juan Fernando López Aguilar en la carrera por la Secretaría General del PSOE canario. Sin embargo, a última hora y contra todo pronóstico se echó para atrás, o le echaron para atrás.
Aquí jamás hemos ocultado o puesto en duda el poder que tiene Jerónimo Saavedra. Algunos ilusos siguen creyendo que el ancianito alcalde de Las Palmas ha dejado de tener peso en el PSOE, que ya está para que lo jubilen. ¡Cuan equivocados están! Jerónimo sigue mandando, y mucho. No hay que olvidar que fue el primer cargo de relevancia en el PSOE en todo el país que dijo sin miramientos que Mariano Fernández Bermejo debía dimitir: ¿qué ha pasado con el ministro cazador de muflones en contra de lo que decían y mantenían los juanfernandistas? Pues eso, que ha dimitido. ¿Casualidad? En política hay muy poco espacio para las casualidades.
Muchos mantienen la teoría de que en Madrid le hicieron la promesa a Jerónimo de que si frenaba la escalada de hostilidades en Canarias contra López Aguilar y los suyos pasaportarían al ex ministro a Europa con todos los gastos pagados. Y eso es exactamente lo que va a suceder; Juan Fernando López Aguilar se va a ir a Europa, se va a dedicar a la política de alto nivel, que es en verdad lo que él siempre ha querido, y va a dejar al PSOE canario huérfano de liderazgo. ¿Qué pasará entonces? Que resurgirá la figura de un Jerónimo Saavedra que todavía tiene un último as guardado en la manga. Tiempo al tiempo.
Y es que el PSOE canario no ha hecho otra cosa que ir de mal en peor últimamente. Si bien es cierto que López Aguilar tuvo un importante éxito en las últimas elecciones autonómicas, no deja de ser menos cierto que fue incapaz de entender que en Canarias o se gobierna con Coalición Canaria o se gobierna con el PP. Con el PP, en una Comunidad con circunstancias evidentemente distintas a las que se viven en el País Vasco, era imposible el acuerdo, por mucho que se empeñara gente como Domingo González Arroyo. ¿Por qué entonces su machacona insistencia en meter a CC en todos los sacos de la presunta corrupción que se asomaba a su compleja mente? Sólo él y sus brillantes asesores, tipo Espino en Lanzarote, lo deben saber. Fue el momento en el que López Aguilar salía un día sí y otro también con la matraquilla aquella de que debía gobernar el que había obtenido la mayoría, olvidándose de lo que su partido había hecho en lugares como Cataluña, Baleares y Galicia, olvidándose incluso de que se podían dar circunstancias como la que ahora se da en el País Vasco.
Fruto de ese tirón electoral, de las evidentes ganas que tenía la gente en Canarias de que se produjera un Gobierno distinto al ya tradicional CC-PP, los socialistas canarios tuvieron un gran resultado en las elecciones generales, obteniendo nada menos que ocho diputados, entre ellos, quién se lo iba a decir, el ínclito autor de las más brillantes notas de prensa de la historia de Lanzarote, Don Miguel González. Es decir, obtuvieron una representación mayor incluso que formaciones del peso nacional del Partido Nacionalista Vasco, que tiene 6 diputados en la Carrera de San Jerónimo, o que la siempre polémica pero influyente Esquerra Republicana de Cataluña, que cuenta con 3 diputados. ¿Cómo han hecho valer los socialistas canarios su peso en Madrid? De forma muy sencilla, no consiguiendo ni un ministerio y logrando una pírrica Secretaría de Estado, la de Justicia que llevaba Julio Pérez.
Y subrayamos esto de “llevaba” en pasado porque ya saben que la noticia del final de la semana anterior fue que el nuevo ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se cargó al representante canario en una de sus primeras decisiones como jefe supremo de la alta instancia que ahora representa. ¿Han escuchado a alguna voz autorizada del PSOE canario implorar justicia (nunca mejor dicho), han visto u oído a Juan Fernando López Aguilar quejarse? Pues no, claro que no. Primero, porque López Aguilar ya tiene su premio, ya va a ser cabeza de lista en las elecciones europeas y por tanto tiene satisfecha su dosis de ego anual; segundo, los socialistas canarios pintan menos en Madrid que Miquel Barceló en la cúpula de las Naciones Unidas. ¿Cómo es posible que haya sucedido algo así y nadie haya protestado, cómo es posible que los ocho diputados socialistas y canarios no hayan dicho ni mu, cómo es posible que el señor Miguel González no haya redactado ya uno de sus infumables artículos para retratar tamaña afrenta al poder de una formación que aportó mucho al último triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero?
Luego alguno se enfada cuando por estos lares hay gente que dice eso de que nos tratan desde Madrid como si fuéramos una colonia. Y no sólo a los ciudadanos, también a los representantes de los dos grandes partidos. Porque esto mismo que decimos hoy del PSOE lo dijimos en su día del PP, cuando Soria y los suyos aportaron igual cantidad de diputados al triunfo de Aznar y fueron premiados con una presidencia de la Comisión de Medio Ambiente para Nardy Barrios, ahora enrolada en las filas de Compromiso por Gran Canaria. ¿Cuál es la voz de los diputados canarios pertenecientes a los partidos nacionales? Ninguna.
Zapatero se olvidó en seguida de Canarias, coincidiendo con el año en el que dejó de venir a Lanzarote de vacaciones. Dijo que siempre iba a haber un ministro canario y sólo cumplió en su primer mandato, y a medias. Lo malo no es que el presidente del Gobierno no se acuerde de esta parte del país, lo malo es que tiene compañeros que no se lo recuerdan, o que no se atreven a recordárselo.
Lo que ha pasado con Julio Pérez ha sido una auténtica vergüenza, como lo ha sido el hecho de que decidieran poner a un gallego de ministro de Justicia porque se acercaban los comicios en esa Comunidad. Esa cuota les ha servido para recibir un tremendo varapalo, que puede ser el principio de unos cuantos más que tienen que recibir los socialistas, ya que la gente ha calado determinadas actitudes y determinados comportamientos. ¿Qué habría hecho el PSOE catalán si le hubieran quitado a ellos un cargo en Madrid, si les hubieran quitado lo único que tienen? Pues eso, poner el grito en el cielo y haber hecho prevalecer su independencia frente a Ferraz.
Lo que ha pasado en Galicia es un fiel reflejo de lo que puede pasar en otros lugares donde la gestión del PSOE es un auténtico desastre, lugares como Lanzarote, donde sus representantes están dilapidando el dinero público en cosas que la gente ni quiere ni comprende. Ahora se ha abierto un debate por la idea del PIL de adquirir una finca en Los Valles para crear una nueva infraestructura agrícola y ganadera. Es cierto que es un asunto polémico que se puede discutir. Sin embargo, no deja de ser menos cierto que el dinero público que se invierta en la adquisición del cortijo se va a emplear en algo que vemos todos, que está ahí, que quedará para las generaciones venideras. ¿Qué va a quedar de todos los estudios que ha encargado Doña Manuela, para qué va a servir el trabajo que está haciendo por ejemplo su compañera socialista Marlene Figueroa sobre la sostenibilidad, qué ocurrirá cuando todo el humo en el que están invirtiendo toneladas de dinero público se evapore? Ocurrirá lo que tiene que ocurrir, que no quedará nada. Polvo y cenizas.
Mucho nos tememos que los diputados socialistas canarios están en Madrid para hacer bulto, cobrar un generoso sueldo, viajar gratis y poco más. ¿Qué iniciativas conocen ustedes de gente como Don Miguel en este tiempo que llevan ya? Nosotros, ninguna, o al menos ninguna que sea digna de ser mencionada en este zurriagazo de hoy.
