viernes. 19.04.2024

Nos cuentan nuestras trabajadoras y laboriosas fuentes de información que la Reina Madre anda últimamente de comida en comida, y también, por qué no decirlo, de mentira en mentira.

El caso es que los que la han visto dicen que anda algo inquieta, y no precisamente por la sucesión, que esa parece que está garantizada, sino por su deseo de perpetuarse en el trono, al que parece haberle cogido bastante gustillo.

Su inquietud parte de ver que en política dos y dos no siempre son cuatro, y que cuando uno cree tener el poder puede llegar cualquiera a arrebatártelo.

El ejemplo más cercano lo ha tenido en Tony Blair, el mandatario británico que se las prometía muy felices y que ha visto como la conspiración contra su cuestionado mandato se ha iniciado desde dentro, desde su partido.

Y es que, por mucho Blair que se crea uno, los que mandan y deben mandar son los partidos, que para eso están. Se supone que son los garantes de la ideología, los que velan por que se cumpla lo que se recoge en sus estatutos y se aplique a la administración pública cuando a uno le toca mandar.

A pesar del nerviosismo, la Reina Madre no pierde la compostura, y sigue acudiendo a los sitios bien trajeada y mejor pagada. Algunos deslenguados aseguran que Roquito se está empezando a cansar de cargar con lo que para él no es más que un muerto. Parece que se la quitará de encima en breve.

LA REINA MADRE, DE COMIDA EN COMIDA
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