jueves. 25.04.2024

Las elecciones de este domingo en Lanzarote tienen un claro ganador: la otra forma de hacer política. Fiel reflejo es el tremendo castigo que los ciudadanos han dado a los dos partidos que tradicionalmente han gobernado las principales instituciones de la Isla, PIL y PSOE. Especialmente este último, que por perder pierde hasta la mayoría en un feudo donde jamás se conoció otro color que el suyo, el de Tías. El pueblo ha hablado, y ha colocado como grandes triunfadores de la noche a políticos como Suso Machín, Oswaldo Betancort, Pedro San Ginés, Astrid Pérez, Pancho Hernández o Cándido Reguera, por citar a la vanguardia de las dos formaciones que se han llevado el gato al agua, CC y PP. Todos coinciden en que han demostrado que existe otra forma distinta de hacer política, opuesta frontalmente a lo que han representado los dirigentes de un PSOE donde ya se están haciendo cálculos para saber con precisión cuándo se va a producir la escabechina, cuando se termina con el espinismo.

Si hubiera que quedarse con un solo político para destacarlo como el triunfador de la noche ése sin duda sería Oswaldo Betancort, representante de una nueva generación de lanzaroteños formados, educados y con las ideas claras. Ajeno en su caso a la polémica, y con la visión de que la suma y no la resta es la que conduce al éxito. La mayoría que ha obtenido en Teguise no la esperaban ni los más optimistas. Y la ha conseguido liderando una renovación total que en otros rincones habría sido traumática, gestionando a la perfección los cambios y asumiendo el peso de una apuesta que igual que ha salido bien podría haber salido mal. “Machinillo”, como le llama cariñosamente la gente por su parecido a Suso Machín en la forma de concebir la vida pública, ha mostrado el camino a los políticos del Lanzarote de futuro.

Pero el éxito de “Machinillo” viene de la mano de Machín, de Suso Machín, que es el otro gran triunfador dentro de CC. Lo tuvo complicado, sobre todo cuando los palos en la rueda del carro los ponían algunos de sus compañeros de partido. Su fortaleza y el apoyo de comités como el de Teguise le sirvió para obtener una victoria interna que se ha hecho externa en el momento en el que ha conseguido demostrar a los que lo machacaron que se estaban equivocando. Aunque su idea era la de convocar inmediatamente un congreso insular para terminar de reordenar el partido en la Isla, parece, según explicó en Crónicas Radio, que se va a tomar las cosas con más calma. Es tiempo de disfrutar.

Pedro San Ginés es el otro ganador de la noche del domingo. Contra el pronóstico de los que pensaban que su aireado mal carácter iba a tapar su brillante forma de concebir la gestión de lo público, tomará posesión por primera vez como presidente electo del Cabildo de Lanzarote. Todo hace indicar que pactará con el PP, aunque le valdría incluso un pacto con el PIL. Tampoco lo ha tenido fácil, pero su firmeza en los momentos más delicados, especialmente cuando sufría el acoso y el derribo de los grandes derrotados de esta jornada electoral, fue determinante para colocarle en el lugar en el que está.

Del resto, hay que destacar el éxito de Manolo Fajardo en Arrecife, otro inteligente integrante de la formación nacionalista que supo adaptarse a última hora a la consigna que predicaba el susismo. Cambió complementamente la lista, echó lastre por la borda y consiguió un rédito tremendo de la jugada. Todo, siguiendo simplemente el consejo de los que le condujeron por la senda que otros en Arrecife no parecían dispuestos a recorrer.

El PP

En el PP hay tres nombres propios: Astrid Pérez, Cándido Reguera y Pancho Hernández. La presidenta tiene que recibir en estos días todas las felicitaciones, por haberse echado a la espalda la responsabilidad de cambiar un partido que en Lanzarote ha sido siempre testimonial, incluso en los tiempos en los que en Madrid gobernaba con mayoría holgada. Duplicar el resultado anterior en el Cabildo y conseguir ser la fuerza política más votada en Arrecife y en Tías es el premio al trabajo bien hecho en los últimos años, desde que ganó contra el pronóstico de la mayoría un congreso insular y desde que convenció a José Manuel Soria de que había otras formas de trasladar el mensaje del PP en Lanzarote.

Cándido Reguera depende de la política de pactos, pero está claro que el futuro de la capital tiene que pasar por él, como está claro que ha sabido aprovechar el tiempo que ha tenido al frente del complicado Ayuntamiento capitalino. Como Astrid Pérez, duplica el resultado de las anteriores elecciones en número de sillones, y muestra a las claras que determinadas campañas no siempre funcionan, sobre todo cuando los ciudadanos han perdido hace tiempo la ingenuidad que mostraban antaño.

Pero el gran mérito del cambio del PP de Lanzarote está en Tías. Allí Pancho Hernández ha conseguido lo que parecía imposible, incluso lo que algunas tozudas encuestas negaban en estos días, que el PSOE perdiera su intocable mayoría. Pancho y su joven equipo tenían este domingo motivos para la celebración, sobre todo porque con el apoyo de un solo concejal de otro partido conseguirán no sólo ser la fuerza política más votada sino cambiar el poder municipal para los próximos cuatro años. Ejemplo claro de que el que la sigue con ilusión y trabajo, la consigue.

El PIL

El PIL es uno de los grandes derrotados de la batalla electoral. Sin embargo, sus dirigentes han encajado la derrota como no lo había hecho antes nadie. Sin excusas, sin acusaciones absurdas y con la idea puesta en el futuro. El fracaso del PIL ha estado salpicado de algunas cosas positivas, como el triunfo de Gladys Acuña en el sur o la entrada de Fabián Martín en el Parlamento. Del resto tendrán que hablar largo y tendido en estos días, especialmente del caso de Manolo Cabrera, que ha sido a juicio de este medio de comunicación una de las claves que explican su fracaso casi generalizado.

Y el fracaso tiene nombres y apellidos: Arrecife y Teguise. El caso de la capital está bastante claro, puesto que partían con notables desventajas, no sólo por lo que se deriva del caso Unión sino por el poco tiempo que le dieron a su joven candidato para darse a conocer a la ciudadanía. Tiempo de reflexión para el PIL, aunque estamos convencidos de que no será tiempo de silencio.

El PSOE

Los socialistas son sin duda alguna los grandes derrotados en estos comicios. Podrán buscar mil excusas distintas, podrán utilizar a sus medios afines para maquillar cosas (algunos huirán ahora de ellos como de la peste), pero la verdad les debe conducir a la esencia del problema, que no es otro que el espinismo. Que el PSOE en Lanzarote obtenga un solo parlamentario regional y que el que se quede fuera sea precisamente Carlos Espino habla de un rechazo frontal de una sociedad a una forma de hacer política, y a los autores de la misma.

No es casualidad que los dos alcaldes que han estado al margen del espinismo hayan sido los dos únicos en salvarse de la quema, Marcial Martín en San Bartolomé y José Juan Cruz en Tías. Ambos han perdido la mayoría holgada de la que disfrutaban, pero ambos han obtenido un resultado más que digno. Al cierre de la edición de esta madrugada de lunes ya se escuchaban en la sede del PSOE las primeras voces que hablan sobre un cambio que tiene que venir liderado precisamente por estos dos pesos pesados del antiguo PSOE, el que había hasta que de la mano de Miguel Ángel Leal entraron personas como Manuel Fajardo Palarea, Manuela Armas o el archiconocido Carlos Espino.

De momento no ha dimitido nadie, aunque no se descarta que esta semana, tal vez en horas, la dirección Federal y Regional del PSOE adopten medidas contundentes en Lanzarote.

El resto

El resto de los partidos y de la jornada merecen un análisis más profundo, no este de urgencia hecho por Crónicas. Hay que subrayar como positivo que Alternativa Ciudadana mantenga sus dos concejales en Arrecife y entre en el Cabildo, lo que es mucho menos de lo que ellos esperaban pero mucho más de lo que les habría conducido al fracaso.

Sorprendente ha sido el mal resultado del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL), tal vez porque no se han entendido bien por parte del electorado sus distintas alianzas, y tal vez también porque en Arrecife su máximo representante, Pedro de Armas, ha estado demasiado preocupado en el trabajo y poco en la venta del mismo. También les tocan días de reflexión.

Por lo demás, el fallido intento de Eduardo Spínola por entrar en la capital (no lo tenía nada fácil) o la llegada de un nuevo partido a Tías, San Borondón Asambleario. Momento de cuentas, y de análisis que se hagan con rigor, a no ser que algunos prefieran engañarse.

LA OTRA FORMA DE HACER POLÍTICA EN LANZAROTE
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