viernes. 29.03.2024

Habrá habitantes de Lanzarote que estén más pendientes ya de las vacaciones que de los dimes y diretes de los políticos de turno. Es lógico. Ahora bien, los que conocen de qué material está hecho el paño de la clase política local saben que no hay que despistarse demasiado en verano, sobre todo cuando estamos en el ecuador de los mandatos de las distintas corporaciones locales. Es en estos momentos, en pleno mes de julio, cuando afloran determinadas estrategias que buscan un fin.

Como entenderá cualquiera, no puede ser casual que la secretaria general de los socialistas lanzaroteños, Loli Corujo (algunos malpensados creen que el “espinismo” la utiliza para seguir perpetuando sus enrevesados planes y sus múltiples enredos), esté realizando una especie de turné por los distintos medios locales dando palos al presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, y a sus compañeros de pacto, que no son otros que los propios compañeros de Corujo en las filas del a veces desnortado Partido Socialista. ¿Casualidad? Ninguna. Alguno de los muchos estrategas que tiene el PSOE (más les vale que no sean los mismos que hundieron el partido y llevaron a Lanzarote a una situación de quiebra técnica en aspectos éticos, morales, institucionales y sobre todo económicos) ha debido entender como acertado que su líder salga ahora a cuestionar cosas con las que no hace demasiado tiempo estaba de acuerdo. Como dijo este martes en Crónicas Radio-Cadena Cope el consejero nacionalista Juan Antonio de la Hoz, tiempo tuvo la secretaria general de los socialistas de protestar e incluso de frenar la adquisición de la polémica casa de la calle Fajardo. No lo hizo en su momento, entre otras cosas, como va a explicar en breve y con documentos el presidente del Cabildo, porque la idea partió de Patrimonio del Cabildo y del propio PSOE, no de él. ¿A qué viene ahora salir a cuestionar una actuación con la que se estaba de acuerdo hace un año? Muy sencillo, se trata de marcar distancias y de marcar territorio.

El territorio socialista en Lanzarote está francamente en estado crítico. No es casualidad que se mandaran a mudar nada menos que los portavoces municipales de Tías, Tinajo, Teguise y Yaiza. Muchos no se acaban de creer eso de que tanto Loli Corujo como José Juan Cruz representan el cambio. Y no se lo creen porque están viendo que no hay cambios radicales en el partido, están viendo que a Manuel Fajardo Palarea le nombraron portavoz del Grupo Parlamentario y que mantiene intacto su poder dentro de la formación, están viendo que a Manuela Armas la premiaron con una Viceconsejería y que cuenta con la total confianza del líder regional, José Miguel Pérez, quien además no ha tenido reparo a la hora de colocar en un puesto sin definir al megaimputado Carlos Espino Angulo, que a pesar de lograr la hazaña de que el partido con mayor arrastre popular en Lanzarote no obtuviera más que un triste parlamentario gana todos los meses un pastón que pagan los sufridos ciudadanos canarios simplemente por pasearse de tertulia en tertulia en los medios adscritos al régimen espinista.

De ahí, sumando por supuesto esas encuestas de las que hablaba Pedro San Ginés que colocan en muy mal lugar al Partido Popular (PP) y que en realidad él sabe y en Coalición Canaria (CC) saben que a los que verdaderamente colocan mal es a sus socios de gobierno, que en el PSOE estén empezando a mover ficha. Cuesta creer, como sostenía este martes el portavoz de CC, Echedey Eugenio, que sea una forma que tienen los socialistas de ajustar cuentas entre ellos, de dejar claro por parte de la dirección del partido a los consejeros del Cabildo que los que toman las decisiones importantes son ellos.

A muchos les habrá sorprendido que el máximo responsable orgánico de CC en Lanzarote, Antonio Morales, se haya mostrado prudente y comprensivo a la hora de responder a Corujo. Quienes conocen al primer teniente de alcalde de Tinajo saben que no es hombre de esconder sentimientos. Ahora, esa calma que ha mostrado puede ser el preludio de una tempestad. Porque ni él ni nadie en su partido se creen que las declaraciones de la secretaria general del PSOE sean una cuestión de ámbito “personal”. Morales, como el resto de personas que controlan CC en el Archipiélago (Fernando Clavijo, José Juan Herrera, José Miguel Ruano o Juan Ramón Hernández por citar a algunos), es buen estratega. No ha llegado por casualidad a ser secretario de Organización en los tiempos más difíciles del partido, y no ha conseguido por casualidad apaciguar los ánimos dentro de un partido que amenazaba con nueva ruptura tras el congreso insular de diciembre. Es cierto que a muchos afiliados les ha parecido tímida su respuesta, como es cierto que ha dado una sensación de notable debilidad frente a sus socios, como si en lugar de tener un as escondido en la manga lo que tuviera es miedo a importunar a unos compañeros de gobierno que tienen la sartén por el mango.

Nos cuentan los entendidos en la materia que esta semana va a haber reunión entre nacionalistas y socialistas para abordar este asunto. Ha sido difícil contener a Pedro San Ginés para que no saliera públicamente a guillotinar declaraciones y estrategias de sus socios. Una reunión que curiosamente no se puede enclavar dentro de ninguna mesa de seguimiento del pacto, más que nada porque no existe. Tanto Loli Corujo como José Juan Cruz se negaron a crearla, poniendo como excusa que no hacía falta. De ahí que una de las primeras e insólitas decisiones tomadas por los socios sin mesa fuera nombrar al propio Pepe Juan y a José Torres Stinga negociadores sin negociado en Arrecife, ya saben, para eso de la búsqueda del Plan B que le tenían preparado a Alternativa Ciudadana mucho antes de que se atrevieran a entrar a gobernar con socialistas y nacionalistas.

Es lógico pensar que CC no va a tolerar por mucho tiempo que los socialistas se permitan el lujo no sólo de estar atizándoles constantemente en Tinajo, donde gobierna CC con mayoría absoluta y tienen nada menos que al presidente de honor de la organización y a su secretario de Organización, sino de sacar a su líder a dar palos a diestro y siniestro. De ahí que sea importante saber cuál va a ser el resultado de ese encuentro. ¿Estaremos en un momento de calma que precederá a una de las habituales tempestades políticas del verano en Lanzarote? Pronto se sabrá.

LA CALMA QUE PRECEDE A LA TEMPESTAD
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