El tono distendido y el recurso a la anécdota definieron este jueves la explicación de la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias, un árido texto legal que el conferenciante, Jerónimo Saavedra, convirtió en un relato comprensible y de enorme interés. La asamblea abierta celebrada en la Casa del Pueblo del PSOE de Arrecife sirvió para despejar dudas sobre el documento que establece las relaciones entre Canarias y el Estado, del cual el socialista señaló que “incorpora lo que somos y lo que podemos llegar a ser”.
Quien fuera ponente del primer Estatuto, aprobado en el año 1982 “contra todo el conservadurismo que se oponía a dar este paso” y de su reforma en 1996, destacó como grandes logros del actual texto la incorporación de las aguas canarias al territorio archipielágico, la inclusión del concepto europeo de la ultraperificidad, el reconocimiento institucional de La Graciosa como isla habitada o el fin de los aforamientos “que consagran el privilegio y la diferencia”.
También se refirió al anclaje del REF y su desvinculación del sistema de financiación autonómica, a la posibilidad del gobierno de tomar decisiones a través del decreto-ley y a la presencia en el articulado de una renta de ciudadanía, aunque en su opinión “disponemos de una Prestación Canaria de Inserción -PCI- que todavía no alcanza a todas las personas con derecho a esa ayuda y que debería desarrollarse”.
El expresidente del Gobierno de Canarias y exministro de Educación y Administraciones Públicas alertó también sobre algunos caminos abiertos por el Estatuto como la capacidad de disolución del Parlamento o la desaparición del límite en el número de consejeros y consejeras del Ejecutivo regional.
La reforma de la Ley electoral fue uno de los asuntos que despertó mayor interés durante el debate; la pérdida de vigencia del reparto de representación a la luz de la triple insularidad fue un argumento que concitó la unanimidad de todos los presentes.
El secretario local de Arrecife, David Duarte, agradeció a Saavedra su presencia en la Casa del Pueblo socialista “y su disponibilidad para dedicar su tiempo y sabiduría a sus compañeros y compañeras”.
