jueves. 28.03.2024

AGENCIAS

El Ejército israelí ha emprendido una escalada bélica contra el Líbano desde que ayer la milicia chií de Hizbulá secuestrara a dos soldados israelíes en la frontera. Este mediodía, el Gobierno de Ehud Olmert ha advertido a Beirut de que evacue a su población del sur de la capital porque allí vive el líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah.

Esto hace prever una gran ofensiva aérea sobre esta zona controlada por la milicia chií. Según el diario israelí 'Haaretz', el Gobierno de Ehud Olmert ha amenazado con atacar zonas residenciales. El jefe del Ejército israelí asegura que no hay lugar seguro en el Líbano.

En represalia, Hizbulá ha disparado una serie de cohetes contra ciudades del norte de Israel como Naharía, Kiriat Shmoná,y la Safed, causando dos muertos y unos 30 heridos, según confirmaron fuentes israelíes. Además ha amenazado con bombardear la ciudad israelí de Haifa, una de las más importantes del país, si Israel ataca Beirut o sus alrededores.

El Gobierno de Chipre se ha ofrecido a evacuar a los ciudadanos europeos que se encuentren en Líbano a través de un vuelo especial que saldrá de Damasco.

El ministro libanés de Información, Ghazi al-Aridi, ha pedido a Israel un "alto el fuego comprensivo y el fin de la agresión". Mientras, el ministro del Interior libanés declaró, tras el ataque al aeropuerto, que éste era "un acto de guerra", y aseguró que el Gobierno del Líbano no tiene nada que ver con el grupo Hizbulá.

Esta mañana, Israel ha continuado con la ofensiva que se ha prolongado toda la madrugada. Ha bombardeado el bastión de Hizbulá al sur de Beirut, incluida la cadena televisión de este grupo chií. La aviación también ha atacado un lugar de oración y reunión de los chiíes en Budai, en el este del Líbano.

Además, la Armada ha penetrado con sus buques de guerra en aguas libanesas para impedir el acceso a los puertos, como parte del plan de bloqueo general que el Gobierno israelí ha decidido imponer al país vecino.

Horas antes, de madrugada, la aviación israelí había disparado cinco misiles sobre las pistas de los lados este y oeste del aeropuerto internacional de Beirut, Rafic Hariri. El recinto aeroportuario ha sido cerrado y los aparatos que tenían previsto aterrizar han sido desviados a otros aeropuertos, como el de Larnaca.

Asimismo, la aviación israelí bombardeó tres aeropuertos militares libaneses, en el norte y el este del país. Se trata del aeródromo de Riak, en el valle de la Bekaa, el de Kleyat, y el de Qulayaat, tres instalaciones usadas principalmente por helicópteros militares y que estaban vacías en el momento del ataque.

En cuanto a las comunicaciones, desde ayer por la tarde, la artillería israelí ha destrozado varios puentes y carreteras en el sur del Líbano, donde han concentrado, de momento, sus ataques.

Acceso al aeropuerto de Rafic Hariri.

El vicejefe de la fuerza aérea israelí, el brigadier general Amir Eshel, ha sido muy claro en unas declaraciones: "No debemos considerar esto una cuestión de días. Va a ser largo. Este bloqueo durara mientras continúe el conflicto".

Víctimas en aumento

El número de muertos en Líbano asciende ya a 52 y 103 heridos, según el ministro de Salud Pública, Mohamed Jalife. Entre los muertos hay al menos 10 menores, pero se ignora si entre las víctimas se encuentran combatientes de Hizbulá y cuántos son civiles.

"El Gobierno libanés, que ha permitido a Hizbulá cometer un acto de guerra contra Israel, pagará un alto precio; las reglas del juego han cambiado", ha declarado esta mañana el ministro de Justicia israelí, Haïm Ramon.

El ministro israelí de Defensa ha asegurado que no van a permitir el regreso de milicianos de Hizbulá a la frontera entre los dos países.

El viceprimer ministro israelí, Simon Peres, ha convocado hoy una reunión urgente.

Esta ofensiva es la mayor emprendida por Israel contra el Líbano desde 1996, cuando tropas israelíes invadieron parte del sur del Líbano.

Fuentes de la Liga Árabe han informado de que los ministros de Exteriores de los países árabes celebrarán el sábado una reunión urgente en El Cairo a petición del Gobierno libanés.

El secuestro de los soldados

Hizbulá ejecutó la ofensiva desencadenante de la situación actual ayer, sobre las 9.00 horas (8.00 hora española). Sorprendió con misiles Katiusha y proyectiles de mortero a los soldados destacados en las granjas de Shebaa, ocupadas por Israel en 1967.

Milicianos armados dispararon contra dos vehículos militares, tres de cuyos ocupantes murieron. Otros dos fueron secuestrados y llevados rápidamente a territorio libanés.

Ante esta acción, el Ejército israelí abrió fuego con sus carros de combate y lanzó su primera incursión en el 'país de los cedros' desde que abandonó el sur del mismo en 2000. Cinco militares hebreos más fallecieron durante esa operación cuando una mina antitanque estalló al paso de su blindado.

Durante la mañana, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, evitó calificar la agresión de "ataque terrorista". "Los sucesos se definen como acto de un Estado soberano que atacó a Israel sin razón y sin provocación", señaló, antes de añadir que "el Gobierno del Líbano, en el que Hizbulá participa, es el responsable" del ataque.

Para la milicia chií, el secuestro de los dos militares es "la opción natural para poder negociar la liberación de los presos libaneses, árabes y musulmanes de Israel" y "el único método para llamar la atención sobre el sufrimiento de los 10.000 presos palestinos en Israel y sus familias", según aseguró su secretario general, Hassan Nasrallah.

Continúa la operación en Gaza

La captura de dos militares por Hizbulá se suma a la del soldado Guilad Shalit, que ha desencadenado la mayor ofensiva israelí sobre los territorios palestinos en los últimos años.

Mientras comienza la ofensiva en el Líbano, se amplía la ya lanzada sobre Gaza, hasta el punto de que el Ejército israelí ha llegado a dividir el territorio en dos tras instalarse entre las localidades de Jan Junis y Dier al Balah.

Esta noche, sus aeronaves -cazas F-16 y aviones no pilotados, según testigos- atacaron con proyectiles la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores palestino en la ciudad de Gaza. Fuentes sanitarias y de seguridad palestinas indicaron que la acción causó 10 heridos leves.

Ante esta situación y al término de la jornada más sangrienta en estas dos semanas -al menos 24 palestinos resultaron muertos, entre ellos un matrimonio y sus siete hijos-, el presidente de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, ha pedido la intervención del Cuarteto de Madrid con el fin de que intente detener la operación.

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