viernes. 29.03.2024

Los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid arrojaron luz sobre un mercado negro conocido hasta entonces por muchos pero que permanecía en un segundo plano: el de los explosivos. Desde entonces, una de las prioridades para el Ministerio del Interior ha sido reforzar el control de estas sustancias desde su centro de producción hasta el de consumo final.

Para ello no se han escatimado esfuerzos y, en noviembre de 2004, entró en vigor el Plan General de Control de Explosivos que, entre sus medidas, incluye reformas legales que han permitido endurecer los controles en los libros de registro de las empresas que usan estas sustancias y, además, ha logrado incrementar en 200 el número de agentes de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.

Desde entonces, esta unidad ha realizado 80.724 inspecciones, con un promedio de 166 por día, detectando un total de 1.186 infracciones e incautándose de más de 1.600 kilos de explosivos. De ellos, 945 eran goma-2, la sustancia que los terroristas islamistas utilizaron en la matanza de los trenes de Madrid.

Las comunidades autónomas que desarrollan una mayor actividad en esta materia y en las que se han realizado un mayor número de controles han sido el País Vasco, con 13.878; Castilla y León, con 9.109; y Andalucía, con 9.096. Sin embargo, no ha sido en estas autonomías donde más infracciones se han detectado, sino en Asturias, territorio en el que los terroristas se abastecieron para perpetrar el 11-M, con 309; Galicia, con 168; y Extremadura, con 139.

El plan diseñado por Interior, pese a estos destacados logros, continúa evolucionando para aumentar su efectividad. Así, está en proceso de implementación un sistema informático que contendrá un fichero permanentemente actualizado de los datos relativos a los depósitos, fábricas, establecimientos y lugares de consumo de sustancias explosivas, así como de las inspecciones ordinarias y extraordinarias que se realicen a los mismos por parte de la Guardia Civil.

Interior destapa un mercado negro de más de 1.600 kilos de explosivos
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