A propuesta del alcalde de Haría, José Torres Stinga, el Consejo de Administración de Inalsa aprobó este martes la constitución de una mesa, en la que podrán participar administraciones públicas, fuerzas políticas, sociales y sindicales, con el objetivo de formalizar un pacto que garantice el carácter público del agua y la supervivencia de la empresa que gestiona el recurso vital. Además, a la mesa, que previsiblemente se creará a finales del mes de abril, se invitará al ingeniero Antonio Estevan, asesor del Ministerio del Medio Ambiente, que acaba de presentar veinticinco propuestas tendientes a viabilizar el crecimiento de Inalsa, así lo dio a conocer el consejero delegado, Mario Pérez. La intención es planificar la puesta en marcha de cada una de las sugerencias realizadas por Estevan.
Estudio fase a fase
El análisis realizado por el experto en recursos hídricos empieza desde la misma captación del agua, pasando por la desalación, distribución, saneamiento, reutilización y la facturación de Inalsa a sus casi 60.000 abonados. En cuanto a la producción, el informe deja constancia de que el capítulo de personal es el factor determinante que encarece los costes de explotación de la empresa. A Inalsa le cuesta 0,51 euros producir un metro cúbico de agua, de los cuales 0,21 euros los invierte en personal, mientras que en otras plantas desaladoras de España el coste de producción de cada metro cúbico está por el orden de los 0,30 euros. Otros factores que elevan la desalación son la configuración inadecuada de las plantas de Punta de Los Vientos y los costes desproporcionados en la Planta de Janubio. Aunque la gestión energética de Inalsa es buena, el documento sugiere reducir el coste energético a menos de 4 kwh/metro cúbico. Según Estevan, para rentabilizar la desalación es necesario unificar las salas de control en Lanzarote III y Lanzarote IV, limitar los ayudantes de planta a dos turnos en jornada diurna, suprimir las líneas de comprensión en la Planta de Janubio y recuperar la planta Lanzarote II. En definitiva, concluye que es imprescindible implantar la mejor tecnología para todo el sistema e intentar reducir los costes de producción en un 10 por ciento.
Distribución, talón de Aquiles
Los más de 400 kilómetros de tubería de Inalsa constituyen una red extensa, compleja y mal planificada. Los gastos de distribución suben por la dispersión de la población y los puntos de servicio, el mal estado de las redes en Arrecife y otras zonas, los bombeos costosos por las distancias y elevaciones y por la extensión de la red de potables a usos agrarios. El estudio tilda de “muy grave” el problema de capacidad de almacenamiento de agua y propone que Inalsa tengan reservas al menos para cuatro días. En el apartado de distribución y almacenamiento, Esteva determina la necesidad de tener nuevos depósitos de 120.000 metros cúbicos en Arrecife y de 60.000 metros cúbicos en el sur de Lanzarote. Asimismo, recomienda mantener el programa de detección de fugas, mejorar conducciones para abaratar bombeos, intensificar las acciones contra fraudes y contadores, optimizar la calidad de las redes, evitar costes desproporcionados como el de la Graciosa y reorientar la demanda agraria hacia la reutilización.
Acelerar el plan de saneamiento
Ante el bajo rendimiento y deterioro del alcantarillado, el ingeniero concluye que es urgente acelerar el plan de saneamiento integral de la Isla, sobre todo el de Arrecife. Aboga por eliminar intrusiones y vertidos salinos en conducciones y por eliminar el sistema de bombeos para reducir costes. Otra sugerencia muy importante es localizar y regularizar las desaladoras privadas con vertido a la red.
La reutilización puede ser inviable
Si las administraciones públicas y la sociedad en general no estimulan el uso del agua reutilizada, el sistema puede ser inviable a mediano plazo. El informe destaca que las instituciones agrarias no apoyan el sistema y que las tarifas apenas recuperan un tercio de los costes, entre otras consideraciones. El objetivo es incrementar la utilización del sistema en un 50 por ciento a medio plazo, para lo cual se proponen campañas de promoción en los sectores agrícolas y ganaderos y el ajuste de la relación uso - calidad para la minimización de costes.
Aumento de tarifas
Además de la reducción de costes en las distintas fases de gestión del agua, el estudio elaborado por Antonio Estevan propone subir la tarifa del agua agraria a 1 euro por cada metro cúbico, elevar el canon de saneamiento a 0,60 euros por metro cúbico, incrementar el precio del agua reutilizada a 0,50 euros/metro cúbico y actualizar anualmente las tarifas según el índice de precios al consumo (IPC). El canon de saneamiento sólo cubre actualmente 2/3 del coste y el precio del agua reciclada 1/3 del coste. El estudio advierte que la ausencia de cuota fija debilita la estructura tarifaria y considera que el límite del primer bloque (30 metros cúbicos) es excesivo. Las tarifas de Inalsa son: viviendas 1,20 euros euros/metro cúbico; industrial 1,80 euros/metro cúbico; la agrícola no alcanza el euro y la municipal llega a1,40 euros metro/cúbico.
