viernes. 19.04.2024

1.- Algunos mentecatos confunden la igualdad hombre/mujer con la perversión del idioma y han creado jergas ridículas que acabarán destruyendo al español. No veo que las academias, que limpian, fijan y dan esplendor a la palabra, actúen de una forma contundente contra políticos de medio pelo, perturbados por la igualdad, que explicitan con reiteración la diferencia de géneros convirtiendo sus discursos en mamarrachadas. Desde aquella ministra de Igualdad, analfabeta funcional, cuyo mérito para acceder al cargo fue bailar bien sevillanas delante de Zapatero , Bibiana Aído , a nuestra Milagros Luis Brito , todo ha sido una brutal sucesión de "amigos y amigas", "compañeros y compañeras", hasta desembocar en el inevitable disparate "miembros y miembras", pronunciado sin cortarse un pelo del moño por la referida ministra, ¡hoy en la ONU!

2.- El idioma se refresca con la práctica diaria, pero cuando los que llevan el cubo de agua son gentes que basan su actuación dialéctica en el ridículo, todo se desmorona. Ya conté en un artículo que el otro día, durante la moción de censura en La Palma, me descojoné de risa con los discursos que huían como conejos del epiceno. ¡Cuántas veces se dijo "palmeros y palmeras"! Yo pensaba en la palmera de chocolate, en lo de "palmero sube a la palma y dile a la palmerita", en todo menos en la diferencia de género. Siempre se dijo "queridos niños", englobándolos a todos, pero ahora no, ahora hay que decir "queridos niños y niñas", "queridos profesores y profesoras". Váyanse por ahí, mentecatos.

3.- Mantengo una terrible pelea con esto y con otras cosas que no me gustan de lo que leo cada día. "¿A dónde vas?": "A Puerto de la Cruz". Esto es un godismo escalofriante, porque siempre se ha dicho "al Puerto de la Cruz"; o "del Puerto de la Cruz", nunca "de Puerto de la Cruz". Pues nada, vence la jodida manía de conceder al godo la potestad de cambiar nuestras costumbres lingüísticas, una y otra vez. Han sido los sociatas y algunos progres de CC, como la citada Milagros, quienes machaconamente ignoran el género neutro para referirse a personas de ambos sexos y tienen que largar su muletilla. Imaginen que exista una invasión de cucarachas, un verano de estos. ¿Se imaginan a Milagros Luis Brito informar a la prensa de que estamos siendo atacados por cucarachos y cucarachas? Yo es que me erizo y cojo cada calentura que paqué.

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Idioma para idiotas
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