Fotos: Dory Hernández
El deseo de rescatar a la cochinilla ha llevado a la Asociación Milana a organizar un sinfín de talleres artísticos. Utilizan este material para pintar arena de la playa, decorar bordados y bandejas o incluso están creando un cuadro de costura de dimensiones enormes. Participan niños, mayores y habitantes de toda la Isla. Y es que su objetivo es dar a conocer la privilegiada materia y facilitar la salida en el mercado a los productos. Por eso se valen de iniciativas creativas y originales, porque quieren hacer posible lo que parece un mito: la salvación de la cochinilla.
¿Misión imposible?
Este martes fue el turno de los más pequeños de Mala y Guatiza. Más de cincuenta niños con edades comprendidas entre los tres y los cinco años tuvieron la oportunidad de pintar cuadros de arena con carmín de cochinilla. “Cada uno pintó su propia obra y se divirtieron a lo grande a la vez que desarrollaban su creatividad”, explicó para Crónicas Chana Perera, promotora de la Asociación Milana.
Los pueblos de Mala y Guatiza son las únicas zonas de todo el hemisferio norte que continúan cultivando la cochinilla. Con la entrada de los tintes artificiales su venta empezó a disminuir considerablemente. Actualmente apenas se vende y supone casi un lujo y mucho esfuerzo mantenerlas.
Al rescate
Aunque Perera confía en la transformación de esta materia prima para conseguir un precio competitivo en el mercado, alertó sobre la importancia de dar viabilidad comercial a los productos que se elaboren. “Si conseguimos dar salida en el mercado a los productos, el precio de la materia prima se revalorizaría”, reconoció Chana que espera que resurja un sector que ha sido muy importante durante siglo y medio en la historia de Lanzarote.
Es por esto que desde Milana intentan que estas actividades se extiendan y participe el mayor número posible de gente. “La semana pasada estuvimos en La Graciosa, realizando diferentes talleres con niños y mujeres”, explicó la promotora. Además, informó de que “mi propósito es que participe cada mes un colegio lanzaroteño” y adelantó que están ultimando los preparativos para la gran obra. Se trata de un cuadro enorme que los habitantes de Mala y Guatiza están cosiendo con cochinilla y que, según los detalles que anticipó para Crónicas, “sorprenderá a todos los que se acerquen a visitarlo”.
