sábado. 20.04.2024

1.- Hay una izquierda pobre y otra rica. Me explico con dos ejemplos. La izquierda rica está representada, un suponer, por Miguel Boyer , por Felipe González , por Almunia , etcétera. Y la izquierda pobre y casposa por José Manuel Corrales . La izquierda pobre, de posibles y de ideas, sobre todo de ideas, la izquierda de Sí se Puede, Por si Acaso o Si nos Dejan (nos vamos a querer toda la vida) dice ahora que la poli dio estopa en La Laguna cuando ellos saben que nati de nati. Que es mentira. Que los gendarmes estaban allí viéndolas venir, sin mover un músculo. La izquierda pobre, como la de Corrales, le pregunta a Bermúdez , disfrazado de cocotero, que cuánto ha costado lo de traer a los príncipes al Palmétum. Una minucia. Pero la izquierda pobre vive de minucias. Es la que deja toda la noche la vela encendida para ahorrarse el fósforo por la mañana. Es una izquierda poco inteligente, ramplonilla y vacía. Nada más verle el careto a Corrales se da uno cuenta de que no irá a ninguna parte. Corrales tiene rostro de perdedor.

2.- A mí la izquierda pobre me cabrea mucho porque deglute constantemente sus propias demagogias y se hace muy antipática. No se da cuenta de que alrededor hay compañeros de partido que se han hecho de oro, mientras ellos se comen las migajas de Epulón . Luego, los más listos como Bi biana Aído , Carmen Chacón y Leire Pajín , hacen las Américas y a los más retrasados los dejan aquí, batiéndose el cobre y denunciando a la astuta derecha mientras los otros se solazan en universidades de Miami, en la ONU o en la gentil puñeta. Yo estoy seguro de que Cándido Méndez ha comido más vieiras y zamburiñas que yo, que soy de derechas. Se le ha quedado rostro de pata negra. He aquí a otro sociata rico de solemnidad, mientras el pobre Corrales se pasa el día pidiendo presupuestos de palmerales a un tal Alberto Bernabé , que no sé quién es, ni falta que me hace.

3.- Está todo escrito, Corrales no pasará a la historia, pero el palmeral sí, porque ha dicho mi amigo el sabio Wolfredo Wild pret que está entre los diez mejores del mundo. A ver si un día le pido a Wolf que me enseñe el nuevo jardín botánico y a ver si más pronto que tarde lo ofrecen a los ciudadanos para que desparramen su ocio por el lugar. Es justo y necesario.

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Hombre pobre, hombre rico
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