En cuanto a la agricultura, se pretende fomentar la Agrupación de Producción Integrada (ATRIA) al objeto de que un técnico asesore a los distintos agricultores agrupados en ella. El programa va dirigido a todo tipo de explotaciones agrícolas, pero la Primera Corporación insular enfatizará en el sector hortícola. Otro de los propósitos es facilitar la realización de controles de suelos, aguas y plantas, fundamental para el manejo correcto de los cultivos. Los análisis se harán en el laboratorio de la Granja Experimental o en otros centros con los que se establezcan convenios. Higinio Hernández también insistió en la promoción de los cuadernos de campos, imprescindibles para el control de trazabilidad de los productos, y por tanto para la venta en almacén de los mismos. El consejero explicó que la trazabilidad es un sistema de identificación de productos a lo largo de toda la cadena agroalimentaria que garantiza seguridad alimentaria. En dichos cuadernos deberán anotarse todas las actuaciones sobre el cultivo.
El apartado formación aparece en las Directrices. Están previstas charlas en los diferentes municipios para informar a los agricultores de la legislación y de los pasos a seguir para adaptarse a su cumplimiento. Se supone además que los agricultores podrán programar sus labores de riego y tratamiento gracias a una red de estaciones agrometeorológicas, cuyos datos diarios estarán volcados a la web. El Cabildo creará, en las dependencias de la Granja, un centro de agrupamiento de envases de productos fitosanitarios para que, a través de un convenio con una empresa privada, se pueda llevar a cabo la recogida de residuos a los agricultores. La propuesta del Cabildo incluye instar a los organismos competentes a realizar inspecciones a los comercios distribuidores de productos fitosanitarios para que no tengan a la venta productos caducados. La efectividad de estos productos, subrayó Hernández, se calcula en dos años. Esta es una de las razones por las que el agricultor comienza a emplear una dosis superior a la recomendada en los envases, ya que la efectividad disminuye bastante después de la fecha de caducidad.
La comercialización tampoco se queda al margen de las Directrices. El Cabildo promete apoyos a la negociación con las redes de abastecimiento y comercialización y a la creación de un mercado agrícola en Arrecife, que permita al agricultor la venta directa de su producto. Por último, la Corporación pretende respaldar la creación de redes de riego que faciliten el acceso del agua a la agricultura, promoviendo sistemas de ahorro.
Previsiones en ganadería
Las Directrices marcan la búsqueda de las especies forrajeras más productivas para la Isla. El Cabildo promete fomentar la utilización de terrenos para la producción de plantas forrajeras una vez encontradas las variedades más apropiadas, dependiendo de la zona y el momento del cultivo. Higinio Hernández dijo que en la ganadería también se estimulará la trazabilidad de los productos cárnicos a través de la identificación de los animales en la explotación, lo cual permitará disminuir los riesgos en la cadena alimentaria impulsando el consumo de la producción insular.
Según las Directrices, se fomentará la producción de productos lácteos diferentes a los tradicionales (queso), tales como yogures, leches envasadas, mantequillas y quesos de untar. La comercialización de los productos ganaderos también está contemplado en el documento expuesto por Hernández., quien prevé la inclusión de los mismos en el mercado de próxima creación y la búsqueda de una producción diferenciada que aumente el consumo de productos de la tierra. Otros objetivos son: selección de una cabaña ganadera a través de programas de mejora que permitan una producción cuantitativa y cualitativamente rentables, formación del sector ganadero en las diferentes fases de la producción integrada, así como en la legislación vigente y gestión adecuada de los productos de desecho de las explotaciones y su aprovechamiento minimizando el impacto ambiental.
Situación actual
El texto emitido por el Cabildo divide el sistema agrario insular en dos tipos. Uno, la agricultura tradicional, representada por agricultores a tiempo parcial que poseen explotaciones de pequeñas dimensiones, con poca predisposición a grandes inversiones ni a cambios en el sistema de cultivo, y que se dedican al cultivo de cebollas, batatas, viña, papas cereales, legumbres, cochinilla, sandías y calabaza. Es el tipo más representativo. Y dos, la llamada agricultura nueva, representada por jóvenes agricultores con explotaciones de mayores dimensiones, abiertas a introducir innovaciones tecnológicas o a entrar en un mercado competitivo. Se dedican fundamentalmente al cultivo de hortícolas para el mercado local. Es un colectivo poco numeroso, pero en los últimos años ha ido avanzando.
De otra parte, el diagnóstico del sector ganadero resume que sigue siendo muy tradicional, aunque hay ganaderos con granjas dotadas de ordeñadoras mecánicas, controles de enfermedades y otros. Divide el sector en tres: ganadería intensiva, extensiva y semi extensiva. En la primera, el ganado no sale de la explotación, con lo cual se desaprovechan los pastos de la Isla al tiempo que se impide el correcto desarrollo de los animales. Este tipo de ganadería es apreciable sobre todo en lugares en el que el aumento poblacional impide la suelta de los animales como consecuencia de la ausencia de vías de salida a los pastos.
