viernes. 19.04.2024

Por Cándido Marquesán Millán

El dato más destacado en las elecciones del 22-M ha sido el gran batacazo del PSOE. Ha ganado claramente el PP, aunque no de una manera espectacular. Si nos fijamos en los resultados de las municipales, que se realizaron en todo el Estado, el PP ha recibido 0,5 millones más que en el 2007. El PSOE ha perdido 1,46 millones, que han ido a la abstención, al voto en blanco, a partidos progresistas nacionales o regionales y al PP. IU ha ganado 0,2; UPyD sin presentarse en el 2007 ha alcanzado 0,46, y Bildu 0,31. Con la política económica ejecutada por el Gobierno de ZP de clara inspiración neoliberal, siguiendo a rajatabla las directrices de los mercados financieros, con casi 5 millones de parados, rebaja de sueldos a funcionarios, congelación de pensiones, reforma laboral y de pensiones; subidas del IVA, la luz y la gasolina; y sin una mínimo gesto hacia una política de izquierdas como: restablecimiento del impuesto de patrimonio, subidas impositivas a las SICAVs, reforma fiscal progresiva, control del fraude fiscal y de las retribuciones de los banqueros, modificación legal de las hipotecas, que sólo hayan perdido 1,5 millones de votos, parecen hasta buenos los resultados. ¡Cuánto sigue contando todavía la marca PSOE¡ Mas a pesar de esta sangría de votos, el Ejecutivo rechaza la tesis de abandonar la política de reformas y proceder a un giro a la izquierda. En los próximos meses tiene previsto aprobar reformas como la de la negociación colectiva, la de las pensiones, la de la jubilación anticipada, la del mercado laboral y contra el absentismo. Las considera imprescindibles e inaplazables. Como decía poco ha Barreda “vamos hacia el suicidio”.

A pesar de la clara derrota socialista, ninguno de sus dirigentes ha tenido la ética de presentar la dimisión. Todos dicen haber asumido la responsabilidad, pero eso de marcharse, es otra cosa. Mientras que desde la calle Génova se están regodeando y esperando el paso del cadáver de su enemigo, a los máximos dirigentes de Ferraz, lo único que les parece interesar es el ocupar cotas de poder. Los socialistas habían asumido la realización de unas primarias. Luego Patxi López presentó la propuesta del congreso, para construir un nuevo relato programático. Tras la renuncia forzada de Carmen Chacón, en la reunión de ZP con los 19 dirigentes territoriales del PSOE, se decidió que “Rubalcaba fuera el candidato de "todos" los barones del PSOE para 2012, aunque no se impedía que pudiera presentarse algún otro y que Zapatero siguiera como secretario general hasta después de las próximas elecciones”. Para contentar a Patxi López habrá una “conferencia política a primeros de septiembre para relanzar el partido y para dar un impulso ideológico al nuevo candidato. No habrá congreso ni ordinario ni extraordinario hasta el año que viene”. Todo lo acordado fue ratificado por el Comité Federal. El desenlace el previsto en el guión. Todo bajo control. Un simulacro de primarias, que no lo son, porque nadie se va a atrever a rivalizar con Rubalcaba. Ya sabemos que al aparato de los partidos no les agradan las primarias, ya que, si a la militancia se le permite expresarse libremente, sus resultados son imprevisibles. Cabe recordar el triunfo de Tomás Gómez frente a Trinidad Jiménez en la Comunidad de Madrid.

No sé si Rubalcaba es la persona idónea para hacer frente a Rajoy en las próximas elecciones generales, experiencia política no le falta. Mas, el procedimiento utilizado para ser candidato parece poco ético, ya que a Carmen Chacón se le ha obligado a renunciar a su candidatura que ya tenía preparada. ¡A qué presiones internas ha debido verse sometida para tomar esta decisión¡ Su rostro en la conferencia de prensa y en el Comité Federal mostraba su estado de ánimo. La actual ministra de Defensa se justificó, con las siguientes palabras: "Hemos asistido a una escalada que pone en riesgo la unidad del partido, la autoridad del secretario general, nuestra imagen colectiva e, incluso, la estabilidad del gobierno". Montilla ha censurado lo que entiende como "maniobras en absoluto limpias" dentro del partido, en referencia explícita a la petición del lehendakari, Patxi López, de reclamar un congreso. Y ahora, algunos de sus compañeros que le han segado la hierba, la alaban por su generosidad para salvaguardar la unidad del partido. ¡Qué hipocresía! Para conocer a fondo las miserias humanas, nada más aleccionador que la vida política.

Será difícil que podamos conocer los acontecimientos que se han sucedido entre los dirigentes socialistas hasta provocar la renuncia de Chacón. Algún periódico, los tituló 45 horas que sacudieron el PSOE. De verdad que no entiendo nada. La desconexión de la clase política con la ciudadanía es cada vez mayor. Ahora mismo en numerosas plazas se solicita una regeneración democrática en profundidad, empezando por el funcionamiento interno de los partidos políticos. ¿Hay algo más democrático que una militante con gran experiencia política presente su candidatura para liderar un partido político? Lo que ya no lo es en absoluto, el que obligada por sus propios compañeros de partido tenga que renunciar a esa aspiración tan legítima.

Por cierto, el manifiesto justificativo de su renuncia, me produce la impresión de que era el mismo, con los lógicos retoques, que tenía preparado para la presentación de su candidatura. En él mostraba su intención de encabezar un proyecto que recuperara y actualizara las señas de identidad de la socialdemocracia, que reafirmara la autonomía de la política frente a los grandes poderes económicos, que distribuyera los sacrificios de la crisis con la máxima equidad, y que recuperara la dignidad y el prestigio de la política, tal y como nos han reclamado miles de ciudadanos en las urnas y también en la calle. Se puede decir más alto pero no más claro. He ahí todo un programa.

Hay que asumir responsabilidades
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