martes. 16.04.2024

Duro ‘trago' el que tuvo que pasar este lunes el secretario general de los socialistas canarios, Juan Carlos Alemán, al tener que anunciar de forma oficial algo ya conocido por todos menos por él, que no iba a ser el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno de Canarias en las elecciones de mayo de 2007.

Era la crónica de una muerte anunciada a bombo y platillo primero por el secretario de organización del PSOE, José Blanco, en una comparecencia de prensa en la sede del partido en Ferraz y después por el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que como es habitual en él intentó suavizar el asunto diciendo que si bien Juan Fernando López Aguilar, actual ministro de Justicia, era un buen candidato para Canarias, la decisión última la tendría la dirección regional del partido que, según él, goza de “plena autonomía”.

Una ‘autonomía' igual a la del resto de los partidos nacionales, donde al final siempre se tiene que secundar todo aquello que promueve el partido a nivel nacional. Dicen que son los estatutos y las reglas del partido y que quien entra en ellos sabe perfectamente donde se mete. Totalmente de acuerdo con esa aseveración pero también es verdad que a veces fallan las formas y en este caso se tenía que haber hecho de otra manera, porque hay formas y formas de hacer las cosas.

Estamos de acuerdo en que Juan Carlos Alemán no ha conseguido los resultados esperados por el partido en las dos oportunidades que ha tenido de acceder a la Presidencia del Gobierno de Canarias, que Juan Fernando López Aguilar es un valor importante dentro del partido en Canarias y que Jerónimo Saavedra, además de seguir siendo válido para los socialistas, ha sido el principal impulsor del ministro canario y también el principal detractor de Juan Carlos Alemán, expresándolo incluso públicamente en unas recientes declaraciones con motivo del mitin que ofreció en Gran Canaria el presidente del Gobierno durante sus vacaciones en Lanzarote. Pero quizás hubiera sido mejor esperar a octubre para hablar de candidatos o no candidatos, tal como se ha afirmado en múltiples ocasiones por diferentes miembros del partido.

Alemán sonreía forzosamente este lunes poco antes de anunciar oficialmente que no iba a ser el candidato, asegurando que la decisión de no presentarse a las próximas elecciones como candidato de su partido a la Presidencia del Ejecutivo regional la había tomado "hace mucho tiempo" y que la había hecho pública ahora, porque era el inicio de un curso político que calificó como "plenamente electoral".

A pesar de añadir que estaba "sinceramente feliz porque la propuesta que haré en la primera o la segunda semana de octubre será la mejor de entre todas y, por ello, la formularé sin ninguna reserva mental, consciente de que hago lo mejor para mi partido y dando ejemplo de cómo tienen que actuar los dirigentes políticos", en su rostro se vislumbraba cierta desilusión por haber tenido que confirmar algo que ya se escuchaba en todos los foros políticos.

Las formas del partido fallaron con Alemán, como lo hicieron también con Arcadio Díaz Tejera, que se veía ya como el candidato a la Alcaldía de Las Palmas y que se ha quedado, al igual que Alemán, en la retaguardia del partido, solo que en su caso, las oportunidades han sido menores.

El hasta ahora portavoz del PSC en el consistorio capitalino, que dejó claro que abandonaba el Ayuntamiento y la opción de volver a presentarse “sólo por Saavedra” ya que “por ninguna otra persona renunciaría a presentarse a la Alcaldía” y a “plantar cara”, explicó no obstante que se iba con la “frustración” de no poder "rematar" la faena.

Y es normal porque para Arcadio Díaz Tejera como para el resto de los socialistas no se explican estos movimientos de última hora, casi sin el conocimiento de nadie y de forma precipitada.

Arcadio Díaz Tejera lo decía en su rueda de prensa, en el sentido de que había aceptado perder 100 puestos del escalafón judicial cada año por dedicarse a la política municipal. Y quizás ahora en el fondo se arrepienta de ello y esté en cierta manera dolido con las formas del partido pero es importante recordar en este punto que la incorporación a un determinado partido es un acto voluntario.

Está claro que el PSOE está ‘nervioso' y está acudiendo a los ‘pesos pesados' de la cantera socialista para asegurar su éxito en las elecciones aprovechando la división que existe en el nacionalismo canario, que todo apunta a que tendrá sus consecuencias.

El Partido Socialista quiere ganar las elecciones y por eso apuesta por los ‘más grandes' y dentro de ellos, el ‘más grande', quizás intentando emular la etapa de Rodríguez Doreste en Las Palmas o del profesor Tierno Galván en Madrid. Esperemos que no se equivoque, porque lo que está claro es que a pesar de las malas formas del partido tanto Jerónimo Saavedra, como Juan Fernando López Aguilar son excelentes candidatos.

Esperemos no obstante que el resto de candidatos tengan la oportunidad de enfrentarse a unas primarias como marcan también los estatutos del partido. Parece que en Arrecife sí será así.

Formas y formas
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