martes. 23.04.2024

Por Andrés Chaves

1.- Lástima que me haya tenido que ir tan pronto, pero fue una estupenda fiesta de amigos en la casa lagunera de Paco y Marian Feria , el pasado sábado. Se homenajeaban los 87 años del comandante Lorenzo Rodríguez Rojas y los recientes 83 del padre Adán . Los dos, pletóricos. Andrés Miranda , 75 años bien llevados, tocaba el acordeón, con mucho tino. Arístides Arteaga rememoraba con sus cantos los tiempos de la "Casablanca". Ramón González de Mesa prepara su acceso al Casino de Santa Cruz en la candidatura de Vicente Álvarez. Antonio y Lita Tavío me confirman (a medias) la exportación de zapatos de un mismo número a África, aquí contada. Cubillo pasa a la concurrencia su artículo de EL DÍA dedicado al Adelantado y a la catedral. El doctor Guillerno Cubillo (Cubillo el bueno) lee lo que ha escrito su hermano. Toto Arimani soñó conmigo la otra noche. Premonición. Basterra cocinó la carne de cochino. Parece que lo estoy viendo con la camiseta del C.D. Puerto Cruz. Ulises Méndez está hecho un chiquillo. A Pepe Bencomo hacía casi treinta años que no lo veía. Pepe Salazar no sabe si le gustan más mis artículos cuando hablo de política o de estas cosas. Quini Feria sigue con su buena percha. Dulces laguneros y realejeros después del cochino negro de Trevejo, de los de Antonio Tavío. Perdonen, por Dios, los no citados.

2.- Allí había de todo: independentistas de pro, gentes de la derecha, del centro y de la izquierda y personas "normales", sin ideología, pero todas ellas respetuosas en torno a los dos homenajeados. Le cantamos a Lorenzo el cumpleaños feliz (87) y luego -me dicen, porque me tuve que ir a trasmitir, vía tele/radio el partido del Tenerife- café, copa y canto. Mucho canto. Lorenzo Bruno (lo de Rodríguez Rojas es realidad, lo de Bruno es ficción) abrazaba a "su" farmacéutica y las señoras se pusieron al fondo, resguardadas del bochorno climático y del sereno posterior. Cubillo, que tiene gran fe en la Virgen de Lourdes, prometió que le pondría una vela por mi salud en su próxima visita, lo cual no me creo porque Antonio no se gasta las perras en velitas a los santos. Me llamó desde los amaneceres para que no me olvidara de la fiesta. Faltaría más. Entre la gente de orden, que se decía antes, Mateo Prada Álvarez , hijo del teniente general Prada Canillas ; Teo fue, in illo tempore, capitán de la Policía Armada.

3.- Lo mejor de estas fiestas es la inmensa cordialidad. Chicho le daba a la música con ganas y se obtuvieron algunas fotos de grupos que pasarán a la historia. Los laguneros quieren la fusión, bromeaban algunos, si la próxima capital de Canarias se llama La Laguna de Santa Cruz. Vaya coñones. Todo el mundo iba con su rebequita, por si acaso. Y lo peor de la gente de cierta edad, cuando come dulces laguneros, es que hacen lluvia cuando te hablan, así que salí de allí hecho un enorme merengue.

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Fiesta entre amigos
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