Algunos de los componentes del Consejo de la Reserva de la Biosfera, que se comprometieron a convocar reuniones periódicas cada dos meses.
Fotos: Dory Hernández
El urbanista José María Ezquiaga explicó este viernes que las medidas que deberá contemplar el nuevo Plan Insular de Ordenación de Lanzarote serán consolidar las normas de contención que tenía el documento vigente y afrontar los nuevos retos de la diversificación económica y de la sostenibilidad global: consumir menos recursos energéticos, cuidar el ciclo del agua, diversificar una economía anclada en un modelo turístico desfasado, mejorar la movilidad social e implantar el ocio complementario.
El urbanista José María Ezquiaga presentó este viernes, durante la constitución del nuevo Consejo de la Reserva de la Biosfera, el diagnóstico sobre la situación territorial y medioambiental que atraviesa la isla de Lanzarote.
El máximo responsable de la revisión del Plan Insular de Ordenación Territorial (PIOT) de Lanzarote adelantó las líneas básicas de su análisis, “que se ha alargado demasiado”, y que precederá al avance de la revisión, una fase que ya incluirá futuras soluciones al estado de “insostenibilidad” que padece la Isla.
Según Ezquiaga, “el éxito que tuvo el plan vigente en cuanto al crecimiento principalmente turístico no ha logrado atemperar el avance hacia la sostenibilidad global de la Isla”.
Para el urbanista, “la ocupación indiscriminada del territorio se ha moderado muchísimo y las zonas de crecimiento turístico están muy concentradas”. Sin embargo, al mismo tiempo, han surgido nuevos impactos cuya reflexión es ineludible a estas alturas: sostenibilidad energética, de movilidad y del ciclo del agua. Además, en los últimos años ha aparecido también otro tema de carácter social, pues el turismo ha tenido mucha afluencia de mano de obra, y sobre todo foránea.
En este sentido, según Ezquiaga, ahora hace falta en Lanzarote dar un avance hacia una economía sostenida, “más diversificada y más estable, que no esté sujeta a ciclos”, como ocurre en el caso del turismo, “y afrontar una reconversión que es simplemente fruto de la evolución del mercado turístico internacional”. El urbanista recordó el notorio declive del turismo de sol y playa y su sustitución por otros tipos de enfoques. Es decir, “hay que reconvertir hacia quién se dirige esa oferta, pues no es sólo un problema de cantidad sino, principalmente, de calidad”, aseguró.
Por tanto, las medidas que deberá contemplar el nuevo PIOL serán consolidar las normas de contención que tenía el vigente pero afrontar nuevos retos: la diversificación económica y el reto de la sostenibilidad global (energía y recursos).
“La Isla es hoy por hoy insostenible. Es como un portaaviones que consume todos los imputs energéticos, incluso alimentarios, foráneos”.
Según el director del equipo redactor, la Isla necesita crear las bases de una agricultura que, sin llegar a la autosuficiencia, sirva de industria propia, y las normas para unos medios estables de vida para una población residente y fija.
Ya en el avance del proyecto, que será el siguiente paso de la revisión del PIOL, se conocerán las líneas principales con que el nuevo documento pretende aportar soluciones a la situación de insostenibilidad que vive Lanzarote.
Las camas turísticas y el factor tiempo
José María Ezquiaga aseguró que por el momento no se ha analizado la posibilidad de desclasificar nuevas camas turísticas, pero ha destacado la importancia del factor tiempo en este tipo de concesiones.
La planificación tradicional que han venido haciendo los urbanistas desde hace bastante tiempo viene siendo una planificación más bien física. Para Ezquiaga, estas variables tienen que incluir la idea del tiempo, un aspecto muy importante pues “no bastan sólo las plazas turísticas que se marquen, sino también a qué ritmo se dan”.
José María Ezquiaga atendió a los medios de comunicación tras volar desde Madrid a Lanzarote.
De hecho, Ezquiaga explicó que el PIOL vigente sí ha respetado los límites de la contención territorial, pero el ritmo de crecimiento y de consumo de los recursos se ha acelerado tanto que el impacto se ha hecho muy desmesurado. “Si no dosificamos ese impulso de consumo, de alguna forma estaremos dilapidando esos recursos, por eso hay que darle mucha importancia también a esa variable del tiempo”, insistió.
Nuevo modelo turístico
Para el urbanista, en Lanzarote hace falta cambiar cantidad por calidad, pues los touroperadores son los primeros que demandan ese turismo distinto al tradicional de sol y playa, iniciado hace 20 años y agotado ya en todo el mundo. De hecho, para Ezquiaga, “la edición de Fitur de este año ha sido la definitiva publicitación de este hecho”.
Según el director del equipo de redactores responsables de la revisión del PIOL, en la actualidad están apareciendo “múltiples formas nuevas de turismo y se puede sacar partido como parte de una economía diversificada dentro de la Isla”.
El turismo que se pretende para Lanzarote es un turismo mucho más racional, menos estacional y menos vinculado al concepto de sol y playa, con una oferta complementaria “que no sólo se concentre en resortes de grandes consumos del territorio, porque ahora parece que hablar de ocio complementario es hablar sistemáticamente de parques temáticos o de solo campos de golf”. Por el contrario, “hay muchas alternativa, como el turismo de spa, de congresos, de turismo, de experimentación, didáctico, ...
La redacción de la modificación del Plan Insular de Ordenación del Territorio de Lanzarote se la adjudicó el Cabildo a la empresa Ezquiaga Arquitectura, Sociedad y Territorio, S.L. La oferta económica de Ezquiaga, la más reducida de las presentadas, es de 540.000 euros, y el plazo de ejecución del trabajo, de 20 meses.
Constitución y suelo rústico
Durante la constitución del la Junta Rectora del Consejo de la Reserva de la Biosfera se nombraron a sus 33 integrantes, pertenecientes a partidos políticos, los siete ayuntamientos, empresarios hoteleros y turísticos, sindicatos, asociaciones ecologistas, vecinales, fundaciones, colectivos de inmigrantes, ongs, colegios oficiales, y representantes del sector primario, entre otros.
Muchos de ellos plantearon sus dudas a José María Ezquiaga, lo que desató el debate sobre algunas cuestiones que afectan al territorio de Lanzarote.
Una de ellas ha sido la ocupación irregular del suelo rústico y la situación de los cuartos de apero diseminados por la Isla. “Estos cuartos tienen un riesgo”, explicó Ezquiaga. “Nuestro planteamiento es que las explotaciones agrícolas sean serias y en ningún caso puedan constituir un camuflaje de una segunda vivienda irregular”.
Otro de los temas que forman parte del trasfondo de este PIOT es el diseño arquitectónico, algo que han sacado a la palestra este viernes los representantes del sector de la construcción y del Colegio de Arquitectos de Lanzarote. “Se trata de un tema polémico y muy interesante”, señaló Ezquiaga.
“Esta Isla no tiene un sustrato de arquitectura histórica pero sí se han establecido unas pautas que la han dotado de una identidad, una identidad que sin embargo, es inventada”. Con esta alusión a César Manrique, Ezquiaga se refería a la necesidad de llevar a cabo una arquitectura sensible al contexto natural y geográfico, poniendo especial cuidado en la escala y los materiales utilizados.
“El PIOT no va a imponer unos criterios arquitectónicos a priori, pero creo que éste es un subdebate importante que debe estar presente en la elaboración del Plan”, agregó Ezquiaga.
En un contexto globalizado donde los hoteles de Cancún son similares a los de Lanzarote, el director de la revisión del PIOT apuesta por la diferenciación y la calidad como valor añadido. “Eso no cuesta más euros, cuesta más pensarlo”, indicó Ezquiaga, elevando una crítica hacia los productos inmobiliarios que se repiten en serie y que no dejan margen a la innovación.
Además de la arquitectura, durante el encuentro también se trató la “dispersión territorial” de la edificación, un fenómeno que el arquitecto definió como “un riesgo ambiental mayor al de la concentración urbanística en las zonas turísticas”. El equipo redactor del PIOT tiene una doble visión del campo y la agricultura: por una parte, económica, y por otra, como creadora de paisajes.
A iniciativa de la presidenta del Cabildo y del Consejo, Manuela Armas, la Junta Rectora se compromete a convocar reuniones periódicas cada dos meses. También se nombró a vicepresidente al consejero Ramón Bermúdez y fue presentado el Plan “Lanzarote Sostenible”, elaborado por el grupo de gobierno del Cabildo.
Proyecto Parque Bioindustrial
Dentro de la sesión, se aprobó también el proyecto de Parque Bioindustiral de Lanzarote, para el que se ha solicitado una ayuda económica con cargo a los fondos FEDER. Esta respaldo económico supondría una subvención del 75% de los 3.084.000 euros que cuesta el proyecto, y que pretede la ampliación de las instalaciones industriales del Albergue Juvenil de la Santa, crear un Centro Insular de Formación en Desarrollo Sostenible y un Polígono Agroindustrial.
