Los gobiernos de España y Canarias le dan una tregua al cruce de acusaciones de los últimos días para abordar los problemas originados por la llegada y acogida en el Archipiélago de menores inmigrantes no acompañados. La realidad es que Canarias puede albergar a 300 menores en los centros repartidos en todas las Isla mientras, hoy por hoy, esta Comunidad Autónoma acoge a unos 800.
Inés Rojas, consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno regional, se reunió este viernes con el comisario europeo de derechos humanos y con el ministro y el secretario de Estado de Justicia, Julio Pérez. Los cuatro se sentaron para debatir acerca de la problemática y, tanto Julio Pérez como Inés Rojas, tuvieron la oportunidad de conocer en primera mano la situación real gracias a la visita a uno de los centros para menores extranjeros de la Isla. El objetivo del encuentro, como expresó Rojas al finalizar la jornada para Crónicas, es el de “encontrar una solución de manera urgente ya que no es un problema económico ni de búsqueda de competencias, sino un asunto de derechos humanos, de vidas”.
¿Qué está pasando en el mundo?
Más allá de espacio y posibilidades, Inés Rojas dijo que “al Gobierno de Canarias le preocupa que 800 niños vienen en condiciones buscando un futuro mejor y nosotros no se lo podemos dar”. ¿Qué está pasando? La consejera aseguró que cada día se realiza esta misma pregunta porque, en palabras de Rojas, “cada vez llegan más niños y más pequeños mientras sus derechos no sólo están siendo ignorados sino violados”.
En esta misma línea, Inés Rojas adelantó que “Asuntos Exteriores nos ha escuchado y comprendido, al igual que el ministro y el comisario, y en contra de lo que hizo Caldera”. Recordó que la última patera llegó con 19 personas de las cuales 13 eras niños. “Algo está ocurriendo porque ellos solos no pueden venir hasta aquí y nosotros tenemos que hacer algo ya, es nuestra obligación”, añadió.
Visita al centro
Los centros con los que Lanzarote cuenta para asumir esta oleada de llegada de niños inmigrantes son los dos Centros de Acogida de Menores Extranjeros No Acompañados (CAMENA) de Lanzarote y el Centro de Acogida Inmediata. Canarias, España y Europa. “Este es un asunto y un gran problema de todos y en el que todos tenemos que hacer algo para que cambie”, expresó la consejera. Pero a pesar de la terrible realidad que supone la saturación y las condiciones de llegada de los niños inmigrantes, Inés Rojas valoró de “muy positiva y enriquecedora” la visita al centro y declaró que, tanto el ministro como el comisario, “nos escucharon y comprendieron mucho más después de ver las instalaciones, de conocer la gran implicación de los voluntarios y profesionales y tras familiarizarse con el programa de formación e integración”.
Desde la Consejería de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno regional continuarán “sea como sea y haya que llegar a donde haya que llegar”, como indicó Rojas. Por este motivo, hay una serie de encuentros programados que la consejera adelantó para esta redacción. “Hemos escrito al Parlamento para que también venga y visite las instalaciones para que conozca en primera mano la realidad y estamos en contacto con el Congreso de Diputados y con el Senado para próximas visitas”, subrayó.
Alternativas y propuestas desde Canarias
“Es un problema delicado y complicado, pero tiene soluciones”, dejó claro Rojas. La consejera dijo que, básicamente, “se trata de que los traigamos nosotros y que no vengan en latas de sardinas porque un niño no es una cuestión de competencias, son personas, futuros canarios, así que debemos velar por sus derechos y por su futuro” y matizó que “al Gobierno canario le preocupa que 800 niños vienen en busca de una vida mejor y no se la podemos dar, por eso instamos al Gobierno central para que los distribuya coherentemente por otras comunidades”.
Las alternativas con las que la Consejería de Inés Rojas está trabajando van desde la modificación de la normativa con el fin de su adaptación a la nueva realidad hasta la creación de un programa con el que se traigan y formen a niños inmigrantes a la vez que se emprende un programa para que su país de desarrolle. La consejera también apuesta por crear un nuevo Estatuto jurídico que refleje los derechos del menor y por formar cupos de trabajo de inmigrantes adultos para que no tengan que venir con los niños.
