viernes. 29.03.2024

Por Andrés Chaves

1.- ¿Cómo va el Norte de Tenerife a despegar si en todas las cadenas de televisión, en las propias y en las extrañas, se habla siempre de la nubosidad y de la lluvia "en el Norte de Tenerife"? En estos días luminosos de otoño, cuando desde El Sauzal veo al cíclope enseñar, tan nítidas, sus estrías y sus barranqueras, si desde el inacabado mirador de Humboldt se divisa tan claro el faro de Los Silos, ¿cómo se va a hablar de nubosidades y de otras mentiras? Al principio de agosto fui mantenedor de la Fiestas de las Tradiciones de Garachico. El alcalde de la Villa y Puerto, Ramón Miranda , me hizo un ruego desde la tribuna. Me dijo: "Recuerda a tus compañeros que Tenerife no se acaba en La Laguna, que el Norte también existe". Tiene toda la razón. Hemos de unirnos para relanzar el Norte, porque esta comarca se lo ha merecido siempre: fue el motor que movió la economía insular en distintas épocas. Ahora le ha tocado sufrir el olvido y la incomprensión. Llamo la atención al Cabildo sobre la situación en el Valle de La Orotava, con un Puerto de la Cruz que no acaba de arrancar, que necesita urgentemente su puerto deportivo y comercial y su parque marítimo y la terminación de la carretera de El Burgado y el embellecimiento y asfaltado de la carretera del Botánico en su tramo más cercano al casco y la construcción de la rotonda del acceso al Durazno. Obras largamente acariciadas (el muelle desde 1906, en la visita de don Alfonso XIII ).

2.- En estos días no ha habido nubosidad en el Norte; es mentira. El aire era limpio, la atmósfera transmitía pureza, la visibilidad era de muchos kilómetros; el mar, quieto; el ambiente, sereno. ¿Por qué mentir sobre el tiempo? ¿Por qué provocar que los peninsulares se retraigan en sus anunciadas visitas? ¿Por qué meterles miedo si no hay paraje más hermoso sobre la tierra que la contemplación del gigante desde cualquier punto del Valle? "El Teide, naturaleza que no tiene secretos, ni velos, ni celosías", dijo Mariano Daranas ; tantas veces cantó al volcán el periodista. Mi buen amigo John Lukas , vicepresidente del CIT portuense, llama la atención sobre la mala información meteorológica, que convierte en una incertidumbre, por sistema, el tiempo que va a hacer en ese Norte, tan bello, tan coqueto, tan armonioso. Nadie duda del buen clima del Sur, pero no hagamos ascos del otro.

3.- El Norte también existe, dijo Ramón Miranda. Y tiene razón. Este territorio, que ha estado enfermo de gravedad por mor de la incomprensión de tantos, ha de renacer de sus cenizas y volver a lo que fue. Se trata de una apuesta segura que deben hacer las instituciones y los ciudadanos. El potencial de esta comarca es inmenso, su belleza no tiene parangón y la necesidad de sobrevivir debe convertirse en una obsesión. Quizá con el tren; quizá con el esfuerzo de todos. Y, más que nadie, del hombre del tiempo.

Ese Norte
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