Lo que se preveía que iba a ser una apoteosis del humor canario en Lanzarote terminó en uno de los mayores escándalos que se recuerdan. Este sábado por la noche, coincidiendo con la celebración del partido del mundial de fútbol entre España y Paraguay se tendría que haber desarrollado lo que se vino en llamar el Primer Festival del Humor Canario, gran puesta en escena en la que actuaban nada menos que la gran promesa local del momento, el monologista Kike Pérez, el indiscutible número uno en Canarias, Manolo Vieira, y los chicos que han roto el panorama televisivo, los componentes de "En clave de ja". Tendría que haberse desarrollado porque lo que sucedió, tal y como explicaron numerosos asistentes indignados a esta redacción, fue todo lo contrario.
Lo primero que chocó fue el cambio de ubicación del espectáculo. En un primer instante estaba previsto que se desarrollara en el Recinto Ferial. Sin embargo, la organización del evento decidió trasladarlo al pabellón de Argana Alta, en teoría por los problemas de acústica del espacio abierto. No debían saber los organizadores lo que había pasado pocos días antes en la actuación del humorista Berto Romero, que fue un desastre precisamente por los problemas de sonido.
Según relatan los testigos, Kike Pérez intentó hacer lo que pudo para contentar a un público en teoría entregado a la causa que a las primeras de cambio se dio cuenta de que el sonido era malísimo. Además, mucha gente no entendió que se interrumpiera el espectáculo para ver el partido de la selección española, puesto que al que le gustara el fútbol lo normal es que lo hubiera visto en otro sitio. Kike Pérez hizo lo que pudo, se defendió con las pocas armas que le pusieron a su alcance y consiguió contentar más o menos a una parroquia que ya estaba caliente.
Luego llegó el lío. Se produjo cuando salió al escenario Manolo Vieira, quien, después de intentar que se calmaran los ánimos, tuvo que rendirse a la evidencia. El sonido era tan malo que el genial artista grancanario decidió suspender su actuación, conminando a la gente a escuchar su monólogo en otro lugar donde las condiciones fueran mejores. En ese momento la gente comenzó a gritar y a manifestar su queja por lo que consideraban que era una estafa, al no haberles ofrecido el espectáculo que esperaban.
Los chicos de "En clave de ja" ni siquiera llegaron a salir a escena visto lo visto. El pleito fue tremendo, hasta el punto de que tuvo que intervenir Policía Nacional y la Policía Local, que fueron los que evitaron que la cosa fuera a mayores. Sin embargo, la gente que había pagado la entrada exigió que se le devuelva el dinero, y de algún modo esperan que la organización ofrezca una explicación pública y dé alguna alternativa al espectáculo.
