sábado. 20.04.2024

Después de la matanza de Estados Unidos en la que un joven, pistolas en mano, acabó con la vida de 32 estudiantes, empezó a debatirse si algo así podría ocurrir en nuestro país, en el que de momento, parece poco probable que existan asociaciones del rifle y similares. Bien, pues la teoría dice que no, básicamente porque en España es ilegal la posesión de pistolas para uso defensivo.

Manuel García es propietario de Armería La Fuente y opina que “lo de Estados Unidos puede pasar en cualquier parte”. Aún así, reconoce que el tema de las armas está en España mucho más controlado y que por nuestro carácter, sería complicado que hubiera asociaciones como la presidida por Charlton Heston. “Con nuestras normativas, es muy difícil llegar ni siquiera al 50% del uso de armas que hay allí”, explica.

Ni remotamente se puede decir que cualquiera puede tener una pistola en España; es más, ningún particular puede disponer de un arma de fuego corta sólo por motivos de seguridad. La ley dice que para tener una pistola se requiere la licencia de armas B, que se expedirá por la Dirección General de la Guardia Civil previa presentación de solicitud por el interesado en la que se informará detalladamente de los motivos que fundamenten la necesidad de posesión de arma corta, y a la que se acompañarán cuantos documentos se desee aportar, que sirvan para fundamentar la necesidad de usar arma. La razón de defensa de personas o bienes, por sí sola, no justifica la concesión de tal licencia, que únicamente se expedirá en casos de existencia de riesgo especial y de necesidad. Esto, según García, es sólo la teoría porque asegura que “no va a haber ningún caso de riesgo especial o necesidad que se tenga en cuenta”.

La duración de esta licencia, que amparará únicamente un arma, es de tres años y a la finalización de dicho plazo habrá de solicitarse una nueva. Ningún particular podrá poseer más de una licencia B.

Además, cualquiera que quiera disponer de un arma de fuego deberá superar unas pruebas de capacitación de carácter teórico, en donde el interesado tendrá que demostrar sus conocimientos sobre las armas y su reglamento y un examen práctico en el que habrá de dar prueba de su pericia en el manejo de las mismas.

También son necesarios otros requisitos como un certificado de antecedentes penales, un certificado médico y según el uso que se vaya a dar al arma, documentos como la licencia de la Federación Española de Caza o la acreditación de trabajar en un cuerpo de seguridad.

Obviamente cada arma precisa su propia licencia y como comenta el propietario de La Fuente, “esto no es como el carné de conducir, que el que tiene el de guaguas puede conducir coches”.

“En España se piden muchos requisitos para hacerse con un arma, en contraste con otros países cuya venta es libre”, añade.

Joyeros sin pistolas

Un ciudadano normal no puede o no debería tener una pistola porque le dé la gana ni porque piense que le va a servir de protección. En España es ilegal. “Tendría que solicitarla alegando que es tirador olímpico y acreditarlo para poder hacerse con una”, pero asevera García que no le serviría de nada porque la munición tendría que obtenerla en el polígono de tiro.

De hecho, y por poner un ejemplo, los joyeros atracados en la península no podrían poner su seguridad personal como excusa para obtener una licencia. El propietario de La Fuente dice que “sólo podrían pedirlas en la Dirección de la Guardia Civil alegando que la quieren para participar en algún concurso de tiro deportivo pero si les cogen, lo iban a pagar caro; además, el equipo tiene que dar fe de que esa persona pertenece a ese club y que ha conseguido una determinada puntuación avalada por la Federación porque no vale ir cuatro veces y ya está”.

Cuerpos de seguridad y vigilantes

Las personas que se dedican a la seguridad, tanto pública como privada, también tienen que acreditar que están en condiciones de manejar un arma y tendrán que sacar su correspondiente licencia. Esto no significa que no puedan darse casos como el también famoso suceso en el que un vigilante acabó con la vida de sus compañeros en un edificio situado en pleno de centro de Madrid. García comenta que “nadie está exento de que en un momento dado a alguien que ha tenido una vida ejemplar se le crucen los cables y haga algo así”. Para intentar evitar casos como estos, las licencias se tienen que renovar cada 3 ó 5 años en función del arma que se posea.

Los menores pueden usar pero no tener armas

Curiosamente, los menores pueden usar armas pero no tenerlas; es decir, según la normativa española un menor puede usar una escopeta de cartuchos, pero no que sea de su propiedad. Pueden emplearla siempre y cuando vayan con una persona mayor de edad, que sea su tutor, a menos de 50 metros de él.

Es evidente que con una escopeta se puede matar a una persona, lo mismo que con una pistola, pero García opina que si se hay menos prohibiciones con la primera es porque es más complicado camuflarla.

En opinión de Manuel García, en Lanzarote no hay mucha cultura de armas y lo que se vende es para la caza, con una venta anual de unas 15 ó 20 escopetas. Y en el ámbito de tiro olímpico con pistolas, desde que se creó el club para ello, sí hay cierta demanda con unos 50 ó 100 usuarios.

En cuanto al precio, las armas más económicas rondan entre 500y 600 euros, y aunque parezca que las pistolas son sólo cosa de hombres, el responsable de La Fuente asegura que cada vez hay más mujeres aficionadas al tiro.

Es ilegal que los españoles tengan una pistola para autoprotegerse
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