Miguel Ángel M.R., conocido como el presunto ‘violador de la furgoneta blanca' ha sido encontrado ahorcado en los baños de la prisión de Salto del Negro en torno a las 15.00 horas de este jueves, según confirmaron fuentes oficiales.
El cuerpo aún se encuentra en las dependencias penitenciarias a la espera de la llegada del juez que proceda al levantamiento del cadáver. La Policía investiga las causas del fallecimiento sin descartar ninguna hipótesis. La policía investiga si se suicidó o si, por el contrario, pudo haber sido ahorcado por otros reclusos de la prisión.
El también conocido como ‘violador de La Feria' tenía 47 años y era padre de dos hijos. El presunto violador fue detenido el pasado 11 de octubre de 2008 en el barrio de La Feria de Las Palmas de Gran Canaria, tras una larga investigación policial de dos años. El 16 de octubre el juez le imputó cuatro delitos de agresión sexual, cuatro de detención ilegal, un delito de tentativa de homicidio, cuatro delitos de coacciones, cuatro de amenazas, cuatro delitos contra la integridad moral y un delito de robo.
Desde entonces, Miguel Ángel M.R., de 47 años, estaba ingresado en la prisión grancanaria, acusado de cometer numerosas violaciones en Gran Canaria y otras islas del archipiélago. El juez le imputó entonces cuatro delitos de agresión sexual, cuatro de detención ilegal, un delito de tentativa de homicidio, cuatro de coacciones, cuatro de amenazas, cuatro delitos contra la integridad moral y un delito de robo.
El violador del furgón blanco
Un mes después del arresto, una veintena de mujeres había reconocido ya al presunto violador de Las Palmas como el hombre que las agredió sexualmente en los últimos años. La policía investigaba su relación con 100 agresiones sexuales acaecidas en el Archipiélago.
El presunto violador casi siempre empleaba una furgoneta blanca, que fue denunciada por muchas víctimas y que había generado cierta psicosis en Gran Canaria. Según las declaraciones de las denunciantes, actuaba de forma muy violenta y bajo los efectos de drogas y alcohol. Contactaba con sus víctimas en bares de copas o, directamente, en prostíbulos.
