viernes. 29.03.2024

Por Saray Rodríguez

¡Sean bienvenidos al dantesco y repugnante espectáculo de la política más rancia y déspota! ¡Pasen y vean cómo Pancho Hernández utiliza como argumentos insultos y ataques personales, se le hincha la vena del cogote y cambia de color! ¡Señoras y caballeros, grandes y pequeños pasen y repúgnense con la prepotencia, los insultos y las amenazas del periodo pre-electoral!

Ojalá pudiera seguir con la broma del circo en el que puede llegar a convertirse la “política” que hacen ciertas personas en periodo pre-electoral, pero sinceramente no hace ninguna gracia que te insulten y te menosprecien públicamente sin derecho a réplica, sin poder defenderte de una batería de acusaciones sin fundamento.

Dado que en el pleno el Sr. Alcalde me negó defenderme tras un intenso ataque directo hacia mi persona durante 15 continuados y eternos minutos, aprovecho la ocasión para matizar algunas cuestiones:

- Lamento profundamente que le irrite mi sonrisa mientras dice que soy una temeraria porque argumento mis intervenciones y no hablo por hablar.

- No discrimine entre “señora” o “señorita”. Por suerte, y a pesar de que le encanta mofarse de mi poca experiencia en esto de la “política”, tampoco pretendo ser una “experta” en estos temas en los que usted tiene una amplia trayectoria de sobra conocida, soy toda una SEÑORA con mayúsculas, independientemente de mi edad y de mi estado civil.

- Le recuerdo que la burla hacia una persona inexperta en el “arte de la política”, puede suponer una burla hacia muchas otras personas que si bien no tienen la misma experiencia que Usted, harían este trabajo muchísimo mejor que la mayoría de los presentes, utilizando simplemente el sentido común y la escucha activa.

- Procure tener los conocimientos necesarios para dar lecciones de derecho, bioquímica, álgebra avanzada o levantamientos topográficos.

- Infórmese bien, o mejor dicho, pida a su asesor de prensa que preste mayor atención al contenido de mis intervenciones en radio para que así sus ataques hacia éstos tengan un poco de sentido.

- Me acusa de actuar de mala fe sin argumento alguno cuando es usted quien me profiere una serie de ofensas en forma de sarcasmos, ironías o simplemente ataques directos hacia mi persona a sabiendas de que no me va a permitir defenderme de los mismos en las mismas condiciones que lo ha hecho Usted. Esto es un acto de cobardía manifiesta que no puede pasar desapercibida como si nada hubiese pasado.

- Me califica de temeraria cuando es Usted quien utiliza sus facultades como presidente de la sesión plenaria para arremeter contra mi persona y a sabiendas de que intervengo en nombre de unas siglas para participar en un debate argumentando el sentido del voto. Todo esto lo hago siempre sin insultos, con respeto y en un tono de voz a apropiado para el espacio en el que me encuentro.

- Le pido no menosprecie a la ciudadanía convirtiendo los plenos municipales en un circo.

- Y por último, carece de honradez quien se harta de endeudarse con dinero público y presume de ello como si fuera un gran logro. No es la primera vez que el Sr. Alcalde me dedica una canción romántica, no es la primera vez que el grupo de gobierno me ataca personalmente… Todavía me acuerdo del “es una persona dañina” que me dedicaron en un programa de radio. Pero esta vez no quedó en un hecho aislado, se ha convertido en una dinámica que pretende minar mi moral pero a cada insulto, a cada ataque, a cada sarcasmo entre risitas de sus compis de bancada, a cada comentario irónico sobre mi poca o mucha experiencia, se retrataba a Usted mismo.

Esta noche yo dormiré plácidamente y con la conciencia tranquila, espero que Usted también lo pueda hacer. Buenas noches y buena suerte.

¡Empieza la campaña!
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