El Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) ha cumplido con su promesa de comprar un elevador para Yeray Villalba, el hijo de Martín Alonso. La grúa, adquirida por 1.600 euros gracias a las aportaciones de todos los cargos públicos de la formación insularista, fue entregada a la familia este lunes por la tarde. “Fue una enorme satisfacción para todos los miembros de la familia, incluido el propio Yeray”, dijo en declaraciones a este semanario Emilia Perdomo, concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arrecife.
En otro orden de cosas, Perdomo explicó que el centro de ‘respiro familiar' que ha montado la concejalía que dirige en Argana Alta “se está reformando en la actualidad”, aunque no tardará más que unos pocos días en volver a estar funcionando. “Estamos adaptando los baños, que no daban cabida al paso de las sillas de rueda”.
Martín Alonso abandona la huelga de hambre
“No hay ganadores ni perdedores” en el asunto que en las últimas semanas ha rodeado el drama de los discapacitados psíquicos de Lanzarote. “No hay que tomárselo como rivalidades políticas”. Así lo cree Martín Alonso, el padre que en su empeño de resolver la difícil situación de su hijo Yeray llegó al extremo de declarar una huelga de hambre “para padecer el sufrimiento” igual que los ‘abandonados' a su suerte por las instituciones. Tuvo que llegar el anuncio de la consejera de Bienestar Social del Gobierno canario, Inés Rojas, de que la gestión del Centro de Atención a Minusválidos Psíquicos (CAMP) quedará eventualmente en manos de Adislan, para que Alonso desistiera en su drástica medida de protesta.
El padre de Yeray espera que al fin haya entendimiento entre Gobierno y Cabildo. “Tendrán que sentarse Inés Rojas y Joaquín Caraballo”, dice Alonso, aún a sabiendas de que “la solución no llegará de un día para otro”.
Martín no cree ser el ‘responsable' de que al fin se haya querido buscar una solución, aunque sea provisional, a sus exigencias. “Sólo he sido el abanderado”. Sí recuerda “la felicidad de las madres” al conocer el anuncio de la consejera nacionalista. “Hay que ver cómo les ha cambiado la sonrisa, porque al fin han visto una luz al final del pasillo”.
Aunque todavía no ha recibido ninguna llamada del Cabildo insular, Martín Alonso quiere dejar muy claro que no tiene “nada en contra de Joaquín Caraballo”. “Yo sólo le he pedido que arregle este asunto, que lleva 20 meses para hacerlo”.
Después de dejar la huelga de hambre, lo único que quiere ahora el padre de Yeray es “seguir tranquilo” con su vida, y ver cómo mejora la vida de su hijo.
“He sido yo el que ha usado la prensa”
Mientras ha durado esta polémica, la prensa, y más concretamente los medios de esta casa, han sido acusados por algunos políticos socialistas de haber hecho uso partidista del drama de Yeray para hacer daño al grupo de gobierno del Cabildo. Martín Alonso dice que “si hay alguien que ha hecho uso de la prensa he sido yo, que siempre he llamado a los medios”.
