Fotos: Jose Curbelo
El taller “Metodología para el aprendizaje y enseñanza de un idioma en el nivel básico a través de un modelo experimental” enseña los conocimientos básicos de una lengua desde la funcionalidad y la comunicación en un tiempo estimado de 30 horas. El taller, que comenzó a impartirse este lunes y finalizará el próximo viernes, tiene lugar en la Sala Cicca de Arrecife y se encuentra enmarcado dentro de las actividades de la Universidad de Verano de Lanzarote.
Lo dirige María Cristina Santana, profesora de Filología Moderna de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, quien aseguró a Crónicas que los alumnos están participando mucho y que se encuentra muy contenta con los resultados obtenidos.Los asistentes, que en este caso aprenden alemán, descubren la eficacia de estas técnicas y un sistema mejorado y adaptado a sus propias necesidades.
El modelo trabaja las habilidades comunicativas con Power Point y con una primera parte donde se muestra el material y una segunda fase donde se enseña la teoría. Según explicó María Cristina Santana, el formato prescinde del exceso de gramática y del vocabulario extenso que a su juicio termina por desmoralizar al alumno; según entiende, la gran cantidad de gramática es en parte responsable de que la motivación sea menor. “Cuando se enseña mucha gramática, en este caso el alemán, que incluso puede ser bastante complicado, el estudiante se retrae y su espontaneidad baja completamente y ya tiene hasta miedo a aprender el idioma, no tiene ninguna motivación” manifestó Santana para luego añadir que “se trata de que desde el principio se puedan comunicar incluso no correctamente de forma sintáctica o gramatical pero que la comunicación llegue a su fin”.
La profesora imparte por primera vez en Lanzarote este curso y aquí, según explicó, intenta que “los alumnos lo experimenten y lo critiquen”. Lamenta que “España esté a la cola de los idiomas” y achaca esta carencia a que “todavía se utiliza como si fuera una maría”.
Según dijo, “es una asignatura que está ahí para poder llenar las horas cuando debería ser una de las más importantes en la base de un estudiante porque no sólo influye en la educación como persona (...) sino que luego, en el futuro, le funciona para cualquier tipo de trabajos; los idiomas son imprescindibles y más cuando estamos uniéndonos ahora a lo que es la Comunidad Europea”.
