viernes. 19.04.2024

1.- ¿Para qué tanto rollo y tanto documento de Sánchez y de Rivera? ¿A quién quieren engañar? Sánchez se ha agarrado, cual lapa, al joven gladiador de la derecha catalana. ¿Para qué? Para salvarse. Algunos ilusos, como mi buen amigo Javier Abréu, están diciendo que al final Podemos podría abstenerse para facilitar el acceso de Sánchez a la presidencia. Me da que no, que esto es imposible. Qué decir del PP. Y no hay nada que hacer sino celebrar nuevas elecciones. ¿Y cómo saldrán Ciudadanos y el PSOE en las nuevas elecciones, como compas, como aliados, o dándose leña? ¿Es que sus programas coinciden? ¿Es Sánchez de derechas, es Rivera de izquierdas? Como decía el guardia cubano del chiste, mientras dos prójimos se estaban matando, “¿qué pasa aquí, caballero?”. Hay un afán de todos de dejar arrinconado al PP, pero a mí me da que el más coherente es el Coletas; por lo menos dice lo que piensa, aunque lo que piensa a mí no me gusta nada. Van en tropel por los pasillos del Congreso, todos con cara de trascendentes, escenificando ante las cámaras todos los pasos que dan. Yo creo que la que lo ha jodido todo es la televisión. Cuando los políticos hacían política sin periodistas eran más naturales. Ahora todo es una pose, una especie de posado infame ante las cámaras, que dan testimonio de todo y hacen que todo sea más difícil. Nadie piensa en los ciudadanos. Miren, el pacto entre PSOE y Ciudadanos no se carga del todo la reforma laboral, no se carga del todo la Ley de Educación de Wert, no se carga del todo la Ley Mordaza de Fernández Díaz, no se carga del todo las diputaciones –por fin dejan quietas a las forales, a los cabildos y a los consejos insulares de Baleares–. Y, entonces, ¿dónde está la igualdad de los ciudadanos ante la ley? ¿Dónde meten a los 10.000 funcionarios que sobran? ¿Quién socorrerá a los municipios sin recursos? ¿Qué borran del mapa, sólo el nombre, porque crean otros órganos carísimos para sustituirlas? Todo es un despropósito, una cantinela, una tontería, un esfuerzo pseudo renovador vano, un dislate. Quitar algo que funciona para poner algo que no se sabe si funciona. ¿Qué les molestan a estos dos bobos las diputaciones? ¿Es lo que han firmado la esencia de su reforma? ¿Y qué reforma de niños de primera comunión es esa? Por lo menos a los de Podemos se les ve la oreja, pero éstos dos, Rivera y Sánchez, las tienen tapadas. Si esta es la nueva ola de la política española, apaga y vámonos.

2.- Ahora bien, el PP tiene lo que se merece. Por soberbio, por intolerante y por fatuo. Claro que también tuvo muchos aciertos, sobre todo en su vertiente económica. Unas nuevas elecciones serían una tragedia para todos: por su costo, por su incertidumbre, porque hay que vender unos nuevos programas al electorado. Y porque el electorado está hasta los cojones. Sánchez, que circula metido en un chaleco salvavidas, ha engañado a los suyos con una pregunta absurda que no aclara nada. ¿Qué respaldo busca engañando a los suyos? Y la bolsa cayendo; y la economía que se ha vuelto a parar; y los empresarios acojonados; y las grandes fortunas que huyen como conejos porque ya les están anunciando que les van a subir los impuestos para preservar de la subida a la clase media. Es imposible que la clase media no pague más impuestos, porque ya no existe. Se la cargó el PP. Esto también hay que apuntarlo en el debe de Rajoy y de Montoro. Los grandes exterminadores. Y no le echen, como es costumbre, toda la culpa al PSOE. El PSOE la culpa que tiene es parir a individuos tan nulos intelectualmente como Zapatero y Pedro Sánchez. ¿Pero, coño, es que no tienen otra cosa? ¿Es que no pueden poner de candidato al conserje de Ferraz, que lo haría mucho mejor que estos dos?

3.- Ayer, el Coletas ya dejó claro que las negociaciones con el PSOE se han roto, que se acabó. Que votarán que no a la investidura de Sánchez. Miren por dónde, Podemos y el PP de colegas, votando lo mismo. Claro, los extremeños se tocan. Pero a mí lo que me hace más gracia es ver cómo Ciudadanos le vende a su electorado de derechas su amistad eterna con el PSOE. ¿Y qué le dirá Rivera a Sánchez en los mítines? ¿Le tirará besitos volados? Rivera ha engañado también a sus votantes: ha incumplido su programa electoral bajo el paragua de una necesidad constitucional. Que va, esto no hay quien lo entienda. Parece un juego de niños. Estamos en manos de niñatos y ésta sí que es una desgracia. Una desgracia nacional.

El ridículo de Sánchez y de Rivera
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