jueves. 25.04.2024

El puente de la Constitución está permitiendo que se enfríen las tórridas aguas que mecen el pacto entre Coalición Canaria (CC) y Partido Socialista (PSOE) en la isla de Lanzarote, con una tensión que ha ido en aumento por el evidente problema interno que viven los nacionalistas y por las ganas que le ha entrado a un sector de los socialistas no sólo de poner de manifiesto esa división sino de sumarse a la persecución que existe en estos momentos contra el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés. Lo más llamativo es que quien en teoría debería poner paz y orden es quien está echando gasolina al fuego. La secretaria general del PSOE, Loli Corujo, está siguiendo una palpable estrategia de molestar cíclicamente a sus socios, y lo está consiguiendo. De hecho, sus últimas y medidas declaraciones en algunos medios de la Isla han molestado mucho a los nacionalistas, que han sacado los dientes en público y que tienen los cuchillos afilados para los encuentros en privado.

El pasado jueves, según ha podido saber este diario, coincidieron en el Cabildo los consejeros del PSOE, la propia Corujo y algunos consejeros de CC. Nuevamente le reprocharon a la alcaldesa de San Bartolomé, que había protagonizado otro enfrentamiento con San Ginés a cuenta de la deuda de Inalsa y del espinoso tema de los embargos que afectan a compañeros suyos como Manuel Fajardo Palarea o Manuela Armas, sus últimas manifestaciones. Como ya explicó en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-Cadena COPE el presidente del Cabildo, Corujo parece empeñada en seguir con la misma estrategia que ya provocó que se convocara un primer encuentro de lo que entonces no se llamaba mesa de seguimiento del pacto, intentando diferenciar el discurso de los socialistas del de CC, especialmente en el Cabildo. Eso, además, se une al evidente distanciamiento de la parte del partido que controla Fajardo Palarea y a la que ahora parece haberse sumado Corujo con los consejeros socialistas de la Primera Corporación insular, a los que acusan de hacer una política demasiado seguidista de los dictados de San Ginés. Curiosamente, la misma acusación que en público les han hecho desde partidos de la oposición como el Partido Popular (PP) o el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL).

En CC están bastante desorientados con la estrategia. Algunos de sus dirigentes tienen la sensación de que la líder del PSOE está provocándoles y tensando la cuerda del pacto con la intención de que se rompa, con la idea de poder justificar así una posible alianza con populares e independientes. Otros dirigentes consultados por este diario se inclinan a pensar que simplemente está haciendo públicas sus notables discrepancias con el grupo que lidera Caraballo, resbalando en asuntos como el que planteó sobre el no debate del punto de las ayudas a los estudiantes, en un planteamiento que, como recordó San Ginés, fue idea de sus compañeros de partido. Pero existe un sector en CC que no parece dispuesto a continuar poniendo la otra mejilla cada vez que a los socialistas les apetezca darles un cachetón, y han pedido ya al secretario general, David de la Hoz, que se muestre más contundente. “Parece como si ellos hubieran ganado las elecciones y nosotros fuéramos una simple comparsa”, comentó a este diario un alto cargo de los nacionalistas. Y esa es la clave que van a empezar a manejar los que se muestran partidarios de no pasar una más, recordar a los socialistas cuál es su papel en el pacto, especialmente en lugares como el Cabildo o Teguise.

Esta parte del partido es la que considera que hay más opciones para garantizar la gobernabilidad hasta el final de los mandatos, entre ellas la del PP, que ya ha expresado públicamente su intención de dar estabilidad a las instituciones que lo necesiten, aunque no está claro que mantengan esa oferta después del rechazo público que han recibido.

Ocurra lo que ocurra, a partir del lunes se inicia un nuevo ciclo político que debe pasar por la solución interna de CC a su problema con los consejeros Sergio Machín y Mónica Álvarez y por una mayor claridad en el planteamiento del pacto con el PSOE, a los que van a dar a elegir entre continuar con las hostilidades u ofrecer a los ciudadanos una imagen de unidad hasta que se tenga que romper el pacto a las puertas de las elecciones locales.

El puente de la Constitución enfría la nueva tensión en el pacto entre CC y PSOE
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