El personal de tierra y de cabina de Binter se sumó este viernes a la huelga que mantienen los pilotos de la compañía, tal y como estaba previsto desde el primer momento. Esta incorporación coincidió con el paro convocado para la jornada de este viernes, en la que se contabilizaron 22 cancelaciones y una media de 30 minutos de retrasos.
El conflicto entre ambas partes parece no tener visos de solución, después del intento fallido de negociación entre el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) y los directivos de la compañía, y de la denuncia del sindicato a Binter a Fomento asegurando que vulneraban los servicios mínimos.
En esta última jornada de huelga se recrudecía aún más el conflicto con el levantamiento de acta que ejecutaba a las diez de la mañana la Inspección de Trabajo a tres aviones de Binter en el Aeropuerto de Gran Canaria en respuesta a la denuncia del sindicato, que asegura que los aparatos habían sido traspasados a la empresa Naysa. Al parecer uno de los tres aparatos recibió la prohibición de volar al no estar dentro de los servicios mínimos, pero según las cuentas del presidente del comité de empresa de Binter Canarias, Prudencio Monje, podría haber seguido en funcionamiento.
Según Monje esta empresa se dedicaba al vuelo con avionetas, y ahora recibe aviones de Binter con “la vocación de convertirse en una compañía de bajo coste”. Esto afectaría al volumen de trabajo de los pilotos y los trabajadores de vuelo, que perderían “prácticamente su herramienta de trabajo”, explicó Monje.
Por su parte, desde la empresa aseguran que no están dispuestos a negociar cuestiones de organización de la empresa, señalando que el apoyo desde el sector de mantenimiento y administración es prácticamente nulo, mientras que desde los sindicatos aseguran que se trata de una reacción a la “presión” que han recibido desde sus directivos para coaccionar su derecho a ejercer la huelga. Además desde CCOO insisten en que el personal de vuelo ha secundado la huelga al 100%.
La unión del personal de tierra y cabina
Al conflicto entre trabajadores y empresa se adhieren ahora el sindicato Comisiones Obreras, que pasa a ser mayoritario en el comité de empresa, y que apoya al cien por cien las reivindicaciones de los pilotos. Como informaron por medio de un comunicado, no comparten la “política basada en la venta de la flota, la reducción de las plantillas laborales y la presión a los empleados para que dejen sus cargos en la empresa”, una actitud que entienden que “no parece la mejor manera de apostar por el futuro de los trabajadores y de la propia Binter", concluye la Federación de Comunicación y Transporte de CCOO.
Aún así, aseguran que se cumplen con los servicios mínimos, por lo que la incidencia de la huelga está siendo similar a la de anteriores convocatorias.
El presidente del comité de empresa de Binter Canarias indicó que los trabajadores están cumpliendo los servicios mínimos, que afectan al 75% de los distintos departamentos, y afirmó que los dos sindicatos convocantes de la huelga suman el 70% de la plantilla. Así, se cumpliría en el caso de los puntos en los que operen otras compañías con el 75% de los servicios mínimos, con el 50% en el caso de los que sólo opere Binter y del 100% en El Hierro y La Gomera.
Además, explica que Binter está realizando una maniobra para presentar ante la opinión pública una incidencia menor de la huelga. Así, aclaró que la compañía podría estar vendiendo tan sólo el 50% de las plazas para poder aglutinar dos vuelos en uno en caso de cancelación.
Un problema formal
Según informaron desde la Federación de Comunicación y Transporte de CCOO Canarias, la incorporación de los trabajadores de tierra y cabina a los paros se ha retrasado debido a un problema formal con la convocatoria de huelga.
El sindicato, que es el mayoritario en el comité de huelga, coincide con el Sepla en el rechazo a que ponga en riesgo la estabilidad de los puestos de trabajo disolviendo la estructura de Binter y acelerando la extinción de los empleos.
Este anuncio de apoyo se hace público un día después del fracaso de las negociaciones entre trabajadores y empres, que se reunieron para intentar "desbloquear" la situación de huelga.
Al término de la reunión el director de Comunicación de Binter, José Luis Reina, confirmó que finalizaban "sin acuerdo" entre ambas partes.
“Hipotéticas soluciones”
El motivo del fracaso de esta negociación es para el sindicato que la compañía “ha persistido en su intención de desmantelar la compañía”, ya que “sólo ofrecen hipotéticas soluciones ante una eventual extinción de los puestos de trabajo”.
Por otra parte, este sindicato considera que la oferta planteada por los directivos de Binter "no persigue otro fin que la defunción anticipada de los puestos de trabajo" y anticipa que "el 60% de los asientos que oferta la compañía han sido subcontratados con otras compañías".
Esta situación provoca el que no se desconvoquen los paros previstos por los para los días 10, 11, 18, 22, 24 y 25 de junio y que tendrán carácter indefinido todos los lunes y viernes de cada mes, a partir del día 1 de julio.
Hay que recordar que los paros en Binter Canarias comenzaron el 27 de mayo y se han repetido los días 28 y 29 de ese mes y el 1, 3, 4 y 8 de junio.
Este encuentro fallido pretendía "desbloquear" las negociaciones, "paralizadas desde el último encuentro", según explicó el portavoz del Sepla.
Denuncia del Sepla
Otro de los grandes puntos de discusión con los que se topan las negociaciones son las denuncias del Sepla por la supuesta vulneración de los servicios mínimos decretados por Fomento para la huelga del colectivo, un incumplimiento que hicieron público a principios de junio y que la aerolínea niega por su parte.
El sindicato presentó una denuncia formal ante la Dirección General de Trabajo y el Ministerio de Fomento a la dirección de Binter Canarias por vulnerar la orden de servicios esenciales con una programación de vuelos que excede sus porcentajes.
Sin embargo, fuentes de la aerolínea aseguraron que está aplicando lo que establece esta orden "según los cálculos que ha hecho el departamento de recursos humanos", si bien agregaron que tendrá que ser Fomento quien determine si existe o no "un error de interpretación".
