Fotos: Dory Hernández
No quieren más promesas, ni más palabras, ni más retrasos. Los trabajadores del servicio de urgencias del centro de salud de Valterra, en Arrecife, convocaron el pasado viernes día 21 a los medios para dejar claras las pretensiones que persigue su decisión de comenzar una huelga indefinida a partir del próximo día 3 de octubre.
Aseguraron que se sienten “ingnorados y desamparados” por el Servicio Sanitario de Salud y los gestores ya que “aunque hay contactos orales con la Dirección de Atención Primaria, no es como debe ser, por escrito, y llevan años prometiendo que la situación se va a arreglar pero cada vez estamos más saturados y colapsados”, aseguró Miguel Ángel Sánchez, miembro de la Comisión de Huelga y profesional de Valterra. “Llevamos más de cuatro años avisando a la gerencia, haciéndonos oír, y nadie nos especifica nada”, añadió su compañera Blanca Beortegui, que adelantó que con el escaso personal y el aumento de patologías en otoño, “aún es pronto, dicen que van a mejorar las condiciones antes del colapso pero, ¿no quieren ver que llevamos colapsados mucho tiempo y que esto supone un gran riesgo para la población?
Se refirieron al acuerdo que se firmó el pasado mes de mayo, en el que se acordó y reguló la atención primaria y del que los servicios de urgencia de toda la Isla fueron los únicos excluidos. Una problemática inexplicable, que se agrava teniendo en cuenta la saturación con la que cargan este tipo de centros y a la que hay que añadir el doble peso debido a la supresión de los servicios en Teguise y Tinajo, que aumentaron considerablemente el número de pacientes adscritos a Valterra sin aumentar la plantilla ni el espacio. “Hemos reclamado en numerosas ocasiones que nuestra situación se regule, que se cree un Plan General de Urgencias y ningún gestor ni nadir nos da solución, somos un equipo de trabajo reducido que tiene que asistir a a unas 70.000 personas”, subrayó Sánchez.
Con tan solo ocho médicos, 11 enfermeras, 4 celadores y 5 administrativos, la plantilla tiene que ingeniárselas para sacar adelante un trabajo de 24 horas cada día de la semana, un trabajo en el que está en juego la salud y la vida de las personas. “No queremos una plantilla ideal, queremos que se cumpla una ley que, aunque es antigua y debería adaptarse a la realidad, marca un turno oficial con dos médicos, dos enfermeras, un celador y un administrador y nosotros llegamos con un gran esfuerzo a ser la mitad”, dijo Sánchez.
Más de 60 personas han llegado a esperar unas cinco horas sin un mínimo diagnóstico para recibir un servicio que debería ser dinámico y eficaz. El reducido personal de urgencias de Valterra atendió a unos 35.000 pacientes desde el pasado marzo hasta principios de septiembre. Sin previsiones ni alternativas, los profesionales aseguran que no pueden más y temen que cuando pacten los servicios mínimos tengan que continuar trabajando duro debido a su reducida plantilla.
Se refirieron también a las recientes declaraciones de Juan Manuel Sosa, el responsable de Salud en la Isla, en las que habló de las condiciones de los facultativos y “todos tenemos la misma situación e importancia, desde los médicos hasta los celadores pasando por enfermeros y facultativos”, como quiso dejar claro Blanca Beortegui. En esta misma línea de desafortunadas sorpresas, desde el Comité de Huelga aseveraron “no entendemos el motivo por el que Comisiones Obreras (CCOO) no sólo se mantienen al margen de esta huelga sino que además nos critican cuando lo que buscamos es la garantía de unos derechos que beneficien a todos”, matizó Sánchez.
