Ramón García Zerpa, gerente de los servicios sanitarios de Lanzarote, este sábado tras el derribo.
FOTOS: DORY HERNÁNDEZ
El nuevo Centro de Salud de Playa Blanca contará a corto plazo con un quinto médico de familia, que se sumará a la labor de los cuatro especialistas de cabecera que trabajan, distribuidos por parejas en turno matinal y vespertino, en el municipio sureño.
Así lo aseguró el pasado sábado el doctor Ramón García Zerpa, gerente de los servicios sanitarios de Lanzarote, quien precisó que se activará la plaza del quinto médico de familia en cuanto se habilite un tercer módulo a la entrada del centro ahora en obras. Y es que los trabajos para el nuevo Centro de Salud se acometerán sin trasladar los servicios a otro inmueble, por lo que se han habilitado módulos portátiles delante del edificio para atender las consultas. Por ahora, uno sirve para atender las consultas de pediatría, y el otro para las de cabecera.
Momento del derribo. La obra del Centro de Salud de Playa Blanca fue adjudicada hace un año y ahora, después de 12 meses, por fin dispone de luz verde.
El gerente de los servicios sanitarios de Lanzarote anunció también que el nuevo Consultorio dispondrá de un pediatra a medio plazo. Para lo que no hay fecha prevista, sin embargo, es para la habilitación del servicio de urgencias 24 horas, un logro prometido por el ya ex director general del Área de Salud de Lanzarote, Juan Manuel Sosa, quien en su día garantizó que Sanidad habilitaría el servicio de urgencias durante las 24 horas del día desde el momento en que se comenzara a levantar el nuevo edificio, extremo que de momento sigue sin satisfacerse, según García Zerpa, “por falta de espacio y de personal”.
De hecho, los vecinos de la zona, a través de Carmen Paadín, que lideró la recogida de 2.000 firmas exigiendo el comienzo de las obras, recordaron a la Consejería de Sanidad la promesa hecha por Sosa. La ausencia de dicho servicio de urgencia retrasa gravemente las consultas diarias ya que cada vez que hay que atender una emergencia en el centro -que recibe numerosas en un solo día teniendo en cuenta el carácter turístico del municipio- , los facultativos disponibles tienen que dejar de atender a sus pacientes para centrarse en la urgencia.
De cumplirse la promesa de destinar profesionales sólo para atender las urgencias y durante 24 horas, los médicos de familia atenderían más reposados y a los pacientes y podrían cumplir los horarios de las citas. En cuanto a pediatría, la profesional que desarrolla su labor en Playa Blanca tiene sobrecarga de trabajo.
Derribo y comienzo del Centro de Salud
García Zerpa realizó estas declaraciones tras el derribo de la estructura vieja del Consultorio de Playa Blanca, con el que desde el pasado sábado, desde las 10:30 horas de la mañana, se comenzaron finalmente las obras del nuevo Centro de Salud, que se va a levantar en el mismo sitio que el actual. Lo que se demolió el sábado era la antigua sala de juntas, y que era usada hasta ahora como sala de pediatría.
La obra del centro de salud de Playa Blanca fue adjudicada hace un año y es ahora, después de 12 meses de polémica, cuando por fin ha visto la luz verde. Durante un año completo se discutieron y se estudiaron alternativas para ver si se mantenían allí los servicios o se trasladaban mientras se adelantaban los trabajos. Finalmente no se trasladarán, pero la demora ha supuesto la pérdida de un año de trabajo.
Plan de trabajo
La ejecución de la infraestructura tiene un plazo previsto de 18 meses. Las obras se acometerán en dos fases, la primera se inicia ahora con los trabajos de demolición. El edificio estará compuesto de 2 módulos de 2 plantas interconectados entre sí, que permitiría ejecutar la obra en esas 2 fases y así mantener la mayor parte de la actividad asistencial en el actual edifico durante la primera fase del proceso constructivo. La inversión de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias para este proyecto asciende a 982.870 euros.
Según expone la Consejería, el actual edificio situado en Playa Blanca destinado al centro de salud cuenta con una antigüedad de unos 12 años, pero a pesar de ser un inmueble bastante reciente ha comenzado a resultar insuficiente para las necesidades asistenciales, circunstancia que se ha acelerado como consecuencia del continuo aumento de población en la zona.
