viernes. 19.04.2024

Alea Jacta Est.

Esta frase cuasi bíblica se decía en la época de los romanos cuando algo ya estaba hecho y no tenia remedio.

Es decir, para los que no entiendan la madre de todos los lenguajes, el latín, la suerte esta echada.

Y después del día 23 del presente mes de mayo, el destino de nuestra principal empresa publica, Inalsa, ya ha pasado a manos de otros que no somos los lanzaroteños.

¿Esto era inevitable? Pues no se que decirles. Particularmente creo que era perfectamente evitable su privatización, que había formulas para que esto no hubiera sucedido.

Lo que si tengo claro es que tal y como se ha gestionado este monopolio acuífero, la única solución era quitar a los que, durante muchos años, se han empeñado en hundirla, no ya por una cuestión crematística particular que serán los tribunales los que determinen, si es que se da pie a eso, si ha habido una mano mas larga que la otra, sino por una cuestión puramente funcional. La inutilidad de todos los que han tenido responsabilidad al frente de la gestión de esta empresa ha sido la causa fundamental, mientras no se demuestre lo contrario, del desastre económico de un monopolio.

Con la firma del contrato definitivo con la empresa Canal de Isabel II Gestión S.A. se abren, para los conejeros, una serie de interrogantes que solo el tiempo aclarara de una manera definitiva.

Por un lado esta el asunto de la responsabilidad que, en la quiebra financiera de Inalsa, han tenido los anteriores gestores y consejos de administración que han dirigido los destinos de la misma en los últimos años. Habría que aclarar de una vez por todas la razón por la cual un monopolio como este, que más quisieran muchos tener entre sus manos, ha llegado a tener que venderse al mejor postor con el fin de no dejar a los ciudadanos de esta Isla sin su bien más preciado.

Muchos somos los que tenemos la sospecha de que esta operación tan extraña no ha tenido otra motivación que la de terminar con la implicación de los políticos inmersos en el desastre económico y cuyos bienes fueron preventivamente embargados, ya que al cancelarse la deuda con los acreedores y no haber causa judicial abierta en el juzgado por delitos diversos, la responsabilidad patrimonial queda extinguida. ¿O no?

Por otro lado nos queda la sospecha, fundamentada en las declaraciones del máximo mandatario de la nueva empresa realizadas ante el parlamento de la Comunidad de Madrid, de que de lo acordado nada de nada. Es como el dicho de “donde dije digo, digo Diego”

Sus declaraciones, dejando claro que la inversión que esta empresa iba a realizar en Lanzarote la pagarían los lanzaroteños a través del coste del recibo del agua, mediante una subida en el precio del mismo por encima de lo estipulado en el contrato inicial, no deja lugar a dudas sobre dos cuestiones fundamentales: la primera es que Canal de Isabel II Gestión S.A. no viene a Lanzarote a hacer turismo y la segunda es que los negociadores cabildicios han demostrado tanta inutilidad o mas que los que en su día llevaron a Inalsa a la ruina.

Hay quien dice que estas declaraciones solamente pretendían tranquilizar a los propietarios de la empresa adjudicataria, que no otros que los ciudadanos de la Comunidad de Madrid y que fueron realizadas dentro de un contexto muy concreto, la Asamblea madrileña, en la creencia de que estas manifestaciones no saldrían de allí y consecuentemente no nos enteraríamos los ciudadanos de Lanzarote.

Yo estoy convencido que mas allá de esa presunta dosis de tranquilizante, que el máximo representante de esta empresa les enchufo a los miembros de la Asamblea madrileña, supone toda una declaración de intenciones sobre las pretensiones que tienen al hacerse cargo de una empresa como la nuestra, con una inversión de más de 106 millones de euros.

Pero tengan por seguro que esta declaración de intenciones empresariales esta mas que avalada por las condiciones contempladas en el contrato que han suscrito ambas partes. Una empresa como esa no da puntadas sin hilo y mucho menos comete o declara que va a cometer una ilegalidad antes de empezar las operaciones.

Estoy convencido que no hubo nunca intención alguna de buscar la solución mas favorable para el reflotamiento de Inalsa, que no fuera la de su entrega a una empresa privada.

Estoy mas que convencido que, siendo el agua el bien mas preciado que cualquier sociedad tiene, la solución a sus problemas económicos y financieros deberían haber pasado por otras vías, vías que habrían dejado la empresa en manos publicas pero con gestión económica profesional y despolitizada.

Pero de todas las soluciones al problema de la deuda de Inalsa, la única que garantizaba el que a los embargados se les levantara el embargo era precisamente la que se ha tomado.

Si la negociación no hubiera estado en manos del Presidente mas prepotente y despótico que ha pasado por el Cabildo en todos sus años de historia, Inalsa habría conseguido solucionar su problema sin necesidad de recurrir a lo mas fácil cuando se es, políticamente hablando, un completo inútil como gestor de recursos públicos.

Si la negociación no hubiera sido condicionada por la exención de responsabilidad de los que en su día, políticos, desarmaron económicamente la empresa, Inalsa seguiría en manos publicas.

Para el problema económico que dejaron la banda de incompetentes que la gestionaron y digo incompetentes por no decir presuntos delincuentes, había otra solución mucho más rentable para los intereses de los ciudadanos de Lanzarote que eran, hasta el día 23 de mayo, los legítimos propietarios de la empresa.

Todo se resume en que el presidente del Cabildo ha puesto los intereses de los miembros del Consejo de Administración embargados por orden judicial, por encima de los intereses de los ciudadanos de esta Isla.

¿Alguien se cree, sin ser los políticos que han gestionado este asunto, que una empresa como Canal de Isabel II Gestión S.A., no debe tener muy claros sus objetivos, cuando no acude a un concurso publico por considerar que las condiciones en las que estaba redactado el pliego inicial eran inasumibles y posteriormente, en el procedimiento negociado, toda vez que al inicial no se presento nadie, acuden ofertando 40 millones mas de la cantidad inicial para quedársela, en un procedimiento negociado donde se supone que el ofertante, el Cabildo, debería rebajar sus pretensiones para adjudicar este concurso?

Pero tiempo al tiempo, que no tardaremos mucho en comprobar dos cosas, la primera que la incapacidad negociadora o la negociación interesada que ha llevado a cabo el Presidente del Cabildo ha puesto la primera empresa insular en manos de una empresa que, como todas, busca el beneficio desde el primer día en el que realiza la inversión y la segunda es que, al amparo de la ley y de las condiciones firmadas en el contrato entre ambas partes, el Canal de Isabel II Gestión S.A. subirá las tarifas del agua mucho antes de los cuatro años estipulados.

Y si quieren que nadie piense que esto es cierto, que el Presidente del Cabildo de una rueda de prensa en la que se limite exclusivamente a facilitar una copia del contrato firmado, como muestra de que por un lado estamos equivocados los que tenemos este pensamiento y por otro lado como muestra de la transparencia de la que dice hacer gala en sus actuaciones políticas. Las palabras o explicaciones sin el sustento documental no nos las creemos nadie y mucho menos viniendo de quien vienen.

Y como colofón a este despropósito político, aquellos que por activa y por pasiva, un día si y otro también se han jactado de pregonar a los cuatro vientos que mientras ellos gobernaran Inalsa nunca se privatizaría no solo la han privatizado sino que además se la han puesto en bandeja de plata a una empresa dirigida por el Partido Popular. El colmo.

El lado oscuro del Canal
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