La Décima etapa del Dakar se le ha dado muy bien al equipo de la Guardia Civil Rally Raid. El Teniente Salinero, Eduardo Campoy e Isidro Viñoly acabaron una de las etapas más duras de este raid sin muchas complicaciones, una etapa sin problemas mecánicos para ambos, aunque la suerte no estuvo del todo bien para Isidro. El corredor sufrió un pinchazo en una rueda delantera y en un terreno de arenas muy blandas, por lo que el camión corría serio peligro de volcar, lo que ha costado mucho trabajo y tiempo, perdiendo más de 2 hora en poder retomar la carrera. Además, perdieron otras dos horas al tener que ayudar a un camión que volcó en la pista. Por suerte la estrategia de navegación del canario Isidro y el buen pilotaje de Campoy en las dunas permitieron que alcanzaran la meta sobre la 4.30 de la madrugada.
Las últimas jornadas han sido las más duras, pero el equipo ha logrado superar las diferentes adversidades mecánicas que se le han planteado durante el recorrido. De esta forma ha respondido a las exigencias del trazado, sobre el desierto de Atacama, que en muchos de los casos ha sido una condena para los pilotos.
El canario Isidro Viñoly está a tres jornadas de alcanzar Buenos Aires y cumplir el objetivo que se había marcado en esta competición. El equipo ha conseguido completar once etapas.
La 12º etapa de este jueves unirá las localidades de Fiambala y La Rioja, con un trazado de 518 Km., de los que 253 serán cronometrados en la especial del día. En el recorrido llegarán las temidas dunas blancas. A tres días de la llegada, esta etapa puede cambiar la jerarquía, especialmente porque los vehículos de asistencia no tienen acceso a Fiambalá. La regla absoluta es saber economizar la máquina.
“Son impresionantes las dunas de Atacama, son grandísimas, y las hemos afrontado sin dificultad. La etapa ha sido perfecta y maravillosa, pero es una maldición no poder llegar nunca antes de las doce de la noche a meta”, dijo al término de la última etapa Isidro Viñoly.
