Más de una veintena de aviones procedentes de diferentes destinos tuvieron que ser desviados este sábado del aeropuerto de Lanzarote por motivo del cambio de viento que de forma constante se produjo a lo largo de la tarde, según han informado a este diario fuentes de Guacimeta.
Aunque el sábado estaba siendo un día aparentemente normal, con rachas de viento controlable, por la tarde se produjo un fenómeno que es conocido entre los controladores aéreos y los pilotos de los aviones como cizalladura, que son repentinos cambios de viento que hacen muy peligrosas las operaciones. Por ese motivo, se decidió con buen criterio desviar el tráfico inicialmente a Fuerteventura. Allí, según explican las fuentes, se produjo un rápido colapso en la zona de estacionamiento de los aviones, al no haber espacio suficiente para todos, ya que en pocas horas se desviaron más de quince aparatos de distintas compañías.
Fue el motivo por el que, al seguir los cambios de viento, decidieron que los siguientes vuelos fueran desviados a Gran Canaria.
Ya en la misma cuenta oficial de twitter de los controladores aéreos fueron advirtiendo de la gravedad de la situación y de cómo se podía complicar el tráfico en general en Canarias como consecuencia de los desvíos que se estaban produciendo en Guacimeta.
En principio el domingo ha amanecido con más calma y se ha reanudado la actividad normal del aeropuerto. Sin embargo, no se descarta que se pueda complicar de nuevo la situación por la tarde. De hecho, según la Agencia Estatal de Meteorología, aunque a lo largo del día las rachas de viento no superarán los 30 kilómetros por hora, por la tarde se pueden volver a alcanzar los 60 o 70, con lo que un fenómeno de cizalladura podría provocar una situación igual a la vivida el sábado. Para el lunes sin embargo hay prevista una ligera bajada de temperaturas y vientos que a lo largo de todo el día no superarán los 30 kilómetros por hora.
